Hace 25 años trabajaba yo en una maquiladora. Mi vida parecía -para usar la expresión de Paco Ignacio Taibo II- “estar en otra parte” y yo sin enterarme. Estaba equivocado, por supuesto, éste que soy yo estaba ahí desde entonces; instalado incómodamente en mi interior. Cumplir años no tenía ningún sentido ni propósito. Hace justamente dos décadas y un lustro estaba cumpliendo 19 años; me enteré porque así lo decía una papeleta de control de la maquila donde prestaba mis servicios. Ahí estaba: 5 de julio de 1985. Yo no tengo nada contra ser empleado de maquila; es un trabajo tan digno como cualquier otro; es sólo que yo quería otras cosas para mí. No sabía, bien a bien, qué, ciertamente; sólo tenía consciencia de los anhelos sin realizar. De los sueños sin resolver.
Muchas cosas han ocurrido desde entonces. Ese yo latente no es que se haya “perfeccionado”; es sólo que ya cobró (para bien o para mal) su forma definitiva. Me refiero al yo interior, por supuesto; el exterior no cobró forma nunca y si así fue ni cuenta me di, resulta que mi relación con el espejo no ha sido del todo amistosa a los largo de los años.
Como sea, hace 25 años, el PAN gobernaba Chihuahua capital; gobernaba Juárez, Delicias, Parral. El PAN gobernaba, vía municipios, a la mayoría de los chihuahuenses. Justo 25 años después, por primera vez en más de dos décadas ni siquiera gobernará al 30% de la población en la Entidad.
Y yo, conforme pasan los años, no sé si he madurado o desarrollado especiales dotes de vidente, lo cierto es que puedo ver -y veo- mucho de lo que ocurrirá antes de que efectivamente suceda.
¿No me cree? Mire, usted: Hace justamente 19 días escribí: “Luego de una eliminatoria perfecta (ganó todos sus partidos), Holanda vencerá con ciertas dificultades a Brasil; […] Argentina sucumbirá frente a Alemania”.[1] Y todavía dos párrafos después agregué: “Por todo lo anterior, es que la final se decidirá entre Holanda y Alemania (eventualmente España)”. Y lo más cerca que estado de un balón de futbol es cuando vi como ordeñaban una vaca, que conste.
Pues bien, lo anterior, no es sino una clara muestra de que he madurado (insisto) o de plano mis facultades paranormales se han desarrollado a lo bestia de tal modo que no tardo en sacarme el Melate. Se lo digo, porque juego cada miércoles y domingo y porque llevo no días, ni semanas, ni siquiera meses, llevo ¡años! clamando en el desierto de que el PAN de Chihuahua seguirá perdiendo en tanto quienes lo dirigen no hagan un prolijo examen de consciencia y se vayan… con su música y sus aspiraciones senatoriales a otra parte.
¡Ah! ¿No me cree tampoco? Adjunto a la presente la versión electrónica del breve ensayo “La Alternativa Azul”, que escribí hace 6 años, donde afirmé: “La alternativa que se presenta para el PAN es pues muy simple: se opta por un modelo antidemocrático y autoritario para recuperar los espacios perdidos a cualquier costo, que es precisamente lo que está haciendo el PRI, acendradas sus peores ‘virtudes’; o se hace una pausa en el camino para replantear la misión y la visión locales del partido, auxiliados en los valores y principios que desde un principio perfilaron sus características; es decir, recobrando la mística de Acción Nacional. Aunque el término ‘mística’, como otros muchos sea de difícil definición, para nuestros efectos lo habremos de entender como una especie de filosofía de los valores morales y éticos en la actividad política”.[2] Los resultados están a la vista.
En abril de 2009 dije: “Las razones políticas sobran, Cruz; tu lema de campaña para reelegirte fue -palabras más palabras menos- que tú sabías cómo hacerlo; algunos, para justificar tu candidatura decían. ‘Para que la cuña apriete ha de ser del mismo palo’; refiriéndose a la corrupción y a los malos manejos del PRI. Lo cierto es que en este año que llevas al frente de los destinos del PAN local sólo ha habido de tu parte un sospechoso silencio respecto de la gestión del Gobierno, […] tu desempeño como legislador y como Presidente ha sido fiel reflejo del lema: ‘el que a dos amos sirve con alguno queda mal’; y ahora, para imponer a tu incondicional, no dudaste en instrumentar el más burdo fraude en contra del panismo de Chihuahua. Por no hablar de que con tus acciones ilegales, con tus omisiones cómplices o con tu descuido -imperdonable en alguien de tu experiencia (como quieras verlo)-, dejas al PAN y a los panistas sin discurso y sin banderas”.[3]
Hace exactamente un año, afirmé con referencia a los desastrosos electorales del 2009 que: “no faltó quien hiciera una cronología asaz lúcida que distinguía entre 3 etapas del deterioro de una institución: Revés, debacle y colapso. Revés (infortunio, desgracia o contratiempo), por ejemplo, fue el 2 de julio de 2006; cuando la votación del PAN bajó drásticamente, comparada con la del 2 de julio de 2000, pero que alcanzó para una victoria raspadona. El colapso es otra cosa; es la ‘destrucción, la ruina de una institución, sistema, estructura, etc.’;[4] es obvio: el revés precede a la debacle y ésta es la antesala del colapso”.[5] Pues el de ayer fue un colapso. Todo, para no decir que fue una soberna madriza; que era como lo expresaba yo antes de cuidar las formas del lenguaje con tanto esmero.
Ya para entonces había dicho: “Hacia el interior de los partidos políticos sigue deslindar las responsabilidades, sobre todo, de aquellos que se vendieron a sí mismos como aptos, competentes, experimentados, ‘maduros’, capaces de redituar buenos resultados a sus partidos, y finalmente resultaron ‘líderes’ y ‘estrategas’ de pacotilla”.[6]
Más tarde ese mes, concluí: “Un examen que eluda estos puntos o que ni siquiera los pondere con seriedad, servirá para dos cosas; ya se sabe: para nada y para puritita… Provenga de donde provenga y participe en él quien participe”.[7] Los puntos a aclarar, que jamás fueron aclarados, son: ¿Por qué registró más representantes de casilla el PANAL que el PAN? ¿Cuánto, cómo, dónde y en qué específicamente se gastó bajo el rubro “Ingeniería electoral” o su equivalente en la Entidad? ¿Cuáles son los criterios de asignación de recursos a los comités directivos municipales? ¿Cuáles fueron los planes y programas de trabajo de cada una de las secretarías o áreas del Comité Directivo Estatal? ¿Cuál fue el Cronograma de actividades? ¿Se cumplió? ¿Sí? ¿No? ¿De qué forma? Entre otras.
En este año, decía yo: “Así que, aquí va mi no pedido consejo a todos, absolutamente a todos los candidatos del PAN: Lleven su campaña de manera independiente al CDE. No pueden confiar que organización, electoral o capacitación hagan lo que es debido sometidas de modo infame a los designios de Cruz Pérez Cuéllar quien, si se recuerda bien, hace justos 6 años como candidato en Juárez, pactó con el PRI para cruzar el voto” y “¡Ah, ah, ah, perdón! Como toda regla tiene una excepción, es claro que de los 313 candidatos, entre propietarios y suplentes, a Gobernador (el único sin suplente), presidentes municipales, síndicos y diputados) que se la juegan para el próximo 4 de julio, hay uno que no debe preocuparse: Alex, el hermanito de Cruz, quien va en caballo de hacienda en el Distrito III de Juárez”.[8] ¿Y qué creen? Ganó.
Y apenas el mes pasado, escribí: “Y para detallar cómo desde el propio CDE del PAN chihuahuense sí se le han hecho varios favores al PRI que pone en riesgo incluso la representación histórica del PAN en la próxima Legislatura, me esperaré a que transcurra el próximo 4 de julio, no quiero dar pie a que el tarado que escribió esos párrafos -y algún otro instalado en algún otro medio-, empleen dichas líneas para intentar darle credibilidad a un infundio que sólo existe en la mente calenturienta del algún líder de ese instituto político -a ver si eso le dice algo a mis 19 lectoras y lectores-”.[9]
Lamento decirlo pero así como no me equivoqué en el pronóstico del Mundial, no me equivoqué en lo que pasó ayer, ni en lo que ocurrió el año pasado para estas mismas fechas; el PAN pierde en Chihuahua por ese liderazgo mal entendido visible desde hace años: “Una y otra vez, en los últimos años, hemos visto a nuestros líderes formales[10] inmersos o empeñados en luchas intestinas alejados de su papel natural de mediadores, en el mejor de los casos, o “aplicadores de la ley”, en el peor. Muchos han sido, en prominentes posiciones de liderazgo formal, los que han negociado para sí o para otros, candidaturas, cargos, responsabilidades y espacios. El Partido es, sobre todo, un instrumento para hacer política, ciertamente; pero no una excusa para medrar, escalar o figurar: “El ingreso a Acción Nacional, es aceptar que hay normas, estructuras, compromisos, y que se reconoce que el trabajo político al cual nos deseamos incorporar, busca lograr, entre otros objetivos: (…) concebir a la política como un acto de servicio. Y recordar que ‘es más eficaz, más respetable y más valiosa la acción institucional que la personal’”.[11] ¡Eso lo escribí hace seis años! Y es ese mismo Cruz, el que aparecía chulo de bonito en los spots de televisión hace unos meses -impulsando su carrera hacia el Senado- el que sigue y va a seguir, si los panistas los permitimos, dictando los destinos del PAN en Chihuahua.
amargo, muy amargo. A chapulín con limón. Plato típico de acá. Que está bien comerlo por gusto ¿pero a fuerzas o por tarugo? No hay derecho, oiga.
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