Chihuahua, Chih.- El salario mínimo afecta “moderadamente” la rentabilidad de las empresas, pero en menor nivel del que lo harían los costos unitarios, así lo expresó Gerardo Castillo Ramos, gerente de Investigación del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), en el marco de la Conferencia de la Cátedra de Economía Social de Mercado “Salario mínimo y la sustentabilidad de las empresas en México” de la Fundación Konrad Adenauer Stittung.
Señaló también en conferencia, organizada por USEM, Canacintra, Coparmex y la ULSA, que de enero de 2015 al mismo mes de 2017 el salario mínimo registrará una ganancia de un 15 por ciento, sin embargo, hay que tomar en cuenta que debido a los índices de inflación derivado del tipo de cambio del dólar esa recuperación caerá.
En los últimos 10 años el salario mínimo se mantuvo prácticamente estable hasta 2016, año donde registró una ganancia, por lo que de 2008 a 2016 la ganancia generada fue de 11.5 por ciento. Subrayó que el crecimiento de Pymes durante 2012 fue de 3.6%, lo cual es una alerta ante las aperturas de nuevos establecimientos, esto según datos del Inegi, así mismo Gerardo Castillo destacó que con la edad los negocios aumentan su supervivencia por lo que son los primeros años los críticos debido a la alta desaparición de las empresas en sus inicios.
“A ajustes mayores de salarios mínimos sí hay una relación, pero no es del todo determinante en la rentabilidad de las empresas”, señaló. Sin embargo, la rentabilidad de los negocios se ve mermada en la misma magnitud que el tipo de cambio respecto al dólar, siendo la depreciación del peso, un factor relevante en este tema.
El conferencista destacó también que de 1976 a 2016 el valor real del salario mínimo en México cayó de 180 pesos diarios a 56 pesos, respectivamente, quedando en último lugar en Latinoamérica debido a la reducción de las manufacturas. Además, la pérdida del poder adquisitivo en México es casi de 130 pesos en los últimos 40 años. Aunado a esto, existe una precarización del mercado laboral debido a las condiciones actuales, donde 2 millones de trabajadores perciben un salario mínimo.
De acuerdo con el investigador, Uruguay, Bolivia, Brasil, Ecuador, Guatemala, Nicaragua, Panamá y Perú tienen salarios mínimos más altos que México, siendo Uruguay el país que posee el más alto; nuestro país mantuvo un salario invariable desde el año 2000, lo cual lo convierte en el país con el más bajo salario de toda América Latina.
Respecto a esto, el foco de análisis es identificar si los cambios en el salario mínimo están asociados a los cambios en el nivel de rentabilidad económica y la pregunta clave a hacerse, de acuerdo con Castillo, es “¿Qué efecto tienen un ajuste del salario mínimo en la sustentabilidad de las empresas?” Considerando que la sustentabilidad es la capacidad de las empresas de generar beneficios económicos al utilizar eficientemente sus activos productivos. Lo que lo convierte en uno de los mayores temas de análisis del momento.
Últimos comentarios