Cómo tratar con Javier Corral y no morir en el intento…por Luis Villegas
Se murió Juanga, Bob Dylan obtuvo el Nobel… de literatura, Trump is President, los Chicago Cubs se llevaron la serie Mundial tras 108 años, se murió Castro, los Vaqueros llevan once partidos ganados al hilo… el Mundo se está acabando.
Mi humilde contribución para sobrevivir al preApocalipsis es esta guía práctica para lidiar con el engendro… perdón, con el angelito que elegimos como Gobernador (sí, yo también voté por él).
1. Léalo. Si Usted es capaz de leer hasta el punto final sus soporíferos artículos (hay quienes no podemos), léalo y coménteselo. Aunque no siempre los escriba él, sí tiene la precaución de revisarlos; le encanta la crítica bienintencionada (la “malintencionada” no) que ensalza lo bien que escribe, lo profundo de su pensamiento, lo cuidado de su prosa, lo elegante de su estilo y lo sabio que es;
2. Muévale el rabo. Si Usted tiene uno, muévalo en cuanto lo vea; si no, consígase uno en alguna tienda de disfraces o en los saldos de las fiestas de Halloween. A Javier le encantan los perros y, si son obedientes y entendidos, mejor. Si Usted tiene suerte, y él anda de humor, lo va a llevar a pasear al Palacio de Gobierno a que conviva con Greta;
3. Hágale caso, no sea rejego. Javier aborrece que lo contradigan. “Lo que Usted diga”; “a la orden”; “de inmediato” y cualquier otra de sus infinitas variables, son las expresiones adecuadas a la hora de tratar con él; pero no exagere; “lo que Usté mande, patroncito” o “sí, siñor, Gobernador” no son opciones; si su ego se lo permite, él podría darse cuenta de que Usted le está “dando el avión” y las consecuencias pueden ser terribles;
4. No se lo tome demasiado en serio y téngale paciencia. Javier es voluble y caprichoso como princesa; un día puede hablar “pestes” de Usted y al otro tratarlo como su “amigo del alma”. Ya ve de todo lo que acusó a Patricio Martínez (de “rajado”,1 “súbdito”2 de Leonel de la Rosa, “corrupto”,3 etc.) y ahora se la pasan juntos; o qué decir de Gustavo Madero.Cuando le preguntaron a Javier por qué quería ser Presidente del PAN dijo: Para devolverle la decencia política y la ética que ha perdido en los últimos años; para arrebatar el PAN al consorcio que lo controla afín a Gustavo Madero; tarea nada fácil pues no cuento con un grupo que me respalde ni con dinero sacado a hurtadillas del erario para financiar una campaña nacional;4 también afirmó que resultaba: “[…] indispensable quitarle el partido de las manos a Enrique Peña Nieto, lo que ha […] ‘escandalizado a la gente por la manera en que nuestros dirigentes han cohonestado’ con el presidente”;5 es decir, de “vendido”, “corrupto” y “traidor” no bajó a Gustavo Madero; y sin embargo, menos de un año después, en cuanto pudo, ¡se lo trajo de “Jefe de Jefes”!;
5. Tenga un plan “B”. Siempre cabe la posibilidad de que aunque lo lea, le mueva el rabo, le haga caso y olfatee correctamente sus humores, reniegue de Usted. Javier es esencialmente egoísta y malagradecido. Véase en este espejo: Gracias a mí fue Diputado federal; fui el operador jurídico de la exitosa campaña en Oaxaca en 2010 (donde él fue el Coordinador General); merced a mis buenos oficios fue Senador y ya ve cómo me ha ido; conste que eso ocurrió porque nunca lo leí (me aburría), ni le moví el rabo (¡ni nalgas tengo!), ni le hice caso, ni le olfatee sus humores;
6. No se deje. Pártale su mandarina en gajos o por lo menos inténtelo. Si está en sus planes, Javier intentará “echárselo al plato” a como dé lugar. Javier Corral llegó a ser Gobernador gracias al PAN, a Mario Vázquez, a César Jáuregui Moreno, a multitud de presidentas y presidentes municipales, diputadas y diputados, etc.; sin embargo, al Partido lo “compensó” con algunas migajas (todos incondicionales suyos), rebajándolo al mismo nivel que sus amigos izquierdistas e incluso Desarrollo Social, una de las secretarías más importantes por su contacto ciudadano, se la regaló a Víctor Quintana, autodeclarado lopezobradorista;6 de Mario y César no quiere oír ni hablar; y a las candidatas y candidatos en cuyas campañas “se montó” para ganar, les va a pagar el favor con una reforma electoral que limite sus aspiraciones de reelección: “La reelección puede ser el veneno que no se consideró, porque como puede ser aliciente puede ser distractor”;7 “Javier Corral refirió a los diputados no distraerse de su trabajo por pensar en la reelección, no contaminar el cumplimiento de sus funciones por campaña permanente por la reelección”;8 “El gobernador del Estado, Javier Corral Jurado, aseguró que es necesario retomar el tema sobre una reforma electoral, con el objetivo de revisar figuras como las candidaturas independientes y las reelecciones de alcaldes y diputados”;9 gracias a sus incondicionales en el Congreso estatal con la disque diputada panista (más izquierdosa que su súper amiga “Lucha” Castro) Blanca Gámez a la cabeza; y
7. Por último, si todo colapsa, si como a Simón Banco, a Usted también “le falla la resistencia”, agache la cabeza, meta el rabo, sométase, humíllese, celébrelo, sígalo en Feisbuc y dele laic, apláudale, hágale fiestas y tal vez logre su perdón… a algunos personajes de la vida pública les ha funcionado de maravilla, pregúntele a Carlos Borruel o algunos excrucistas de “hueso colorado” como Inés Martínez.
Estos son los 7 pasos de cómo tratar con Javier Corral y no morir en el intento o, si sí muere, que sea tranquilo y contento (me salió un verso sin esfuerzo). ¡Feliz Navidad y muy, muy próspero 2017! ¡Nos vemos el próximo año si Dios quiere!
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