Gran demanda de camisetas del Tri tras triunfo ante corea
Por JESÚS C. AGUIRRE MALDONADO (Texto y Fotos)
Delicias Chih. Apenas concluyó este sábado 23 de junio el segundo juego de México en la Copa del Mundo de Rusia 2018, en que los nuestros consiguieron su segunda victoria del torneo dentro del Grupo “F” al vencer por 2-1 a Corea del Sur, para con seis puntos amarrar el liderato y el pase a Octavos de Final, los delicienses y gente de la región Centro Sur de visita en esta ciudad acabaron pronto con las camisetas del “Tri”. Tanto la verde, como la blanca de las rajas rojas y verdes en el pecho.
“Todo quedó a la perfección”, dijo “Fer” el dueño de una tienda de ropa quien cada que hay un Mundial se deja ir al sur de la República Mexicana por las camisetas.
Días antes del Mundial andaba desesperado porque ya había pedido las playeras de la Selección de México y estas no llegaban, por lo que tuvo que ir por ellas.
“Las de niño, las S, grandes y las XL”, fueron las que se acabaron luego luego, dijo este entusiasmado comerciante, que quisiera siempre ganara el Tri para hacer su agosto con las ventas, pero no abusando de su clientela, pues él como no son originales las playeras, pero eso si, “muy bonitas”, las da baratas para que pronto se acaben.
“Tendré que lanzarme por otro chingazo para antes del juego contra Suecia con el que cierra el rol regular”, dijo, para luego pedir excusa por esta que según él fue una “palabrota”.
El verde, y también el blanco (que son las dos camisetas de México en este Mundial de Rusia) se pusieron de moda y los comerciantes lo saben. Las telas con las que están hechas es lo de menos, sean de terlenca, de tela corrientita o “de marca” como Adidas, Nike u otra marca, no importa, dijeron por su parte madres de familia que se llevaban el uniforme completo para sus niños, y que estos lucieran muy “monos”.
“A los niños les viene más que a uno la ropa deportiva, no que uno no tiene donde meter tamaña panzota caguamera”, dijo por su parte un viejo metiche de esos que nunca faltan y siempre se meten en la plática.
Las calles se vistieron de verde, y las familias orgullosas paseaban de la mano con sus niños vestidos con los colores de nuestra querida selección nacional.
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