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Estamos de luto…por Luis Villegas

La Opción y El Diario. 22 y 23 de noviembre de 2009. Las notas dicen así:

 

Durante la intervención de las llamadas ‘Mujeres de Negro’, Lucha Castro dio a conocer que en la madrugada de hoy falleció la reconocida feminista chihuahuense Irma Campos Madrigal debido a una enfermedad que la aquejaba”.[1]

 

La Oficina en México de la Alta Comisionada de la Organización las Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos lamentó el fallecimiento de la feminista Irma Campos, ocurrido ayer. Campos, quien falleció víctima del cáncer, fue la fundadora del movimiento feminista en Chihuahua”.[2]

 

1.- Yo no tuve la suerte de demorarme en el trato de la licenciada Irma Campos. Es más, creo que en el fondo no dejaba de haber ciertas reticencias por ambas partes. Nunca nos enfrentamos, cierto, pero en los muchos foros en que llegamos a coincidir era inevitable que ocupáramos sendas esquinas, si no opuestas ni enfrentadas, por lo menos distantes, en dónde ambos tomábamos precauciones.

 

2.- No voy a decir ahora, porque no sería cierto, que estoy de acuerdo o que comparto todos los puntos de vista que ella sostuvo o que actualmente sostienen sus compañeros de Partido o sus compañeras de causa. Es sólo que es preciso reconocer que, en la diversidad, es como resulta posible creer y construir un mundo mejor. La uniformidad es imposible en la comunidad humana, disímbola por naturaleza, diferente en esencia, distinta en principio. El reconocimiento y la aceptación mutuos constituyen la amalgama que nos une como sociedad.

 

3.- No obstante, conocí a Irma Campos. Supe de ella como sé de muchos: Por lo que leo, escucho u observo, por donde he estado. En todos -o en casi todos- aquellos asuntos donde debían discutirse directa o tangencialmente derechos de la mujer, en los ámbitos de atención a la salud, de solidaridad social, de una vida libre de violencia o de participación política, ahí estaba la licenciada Irma Campos o, por lo menos, su sombra, su influjo, su presencia muda.

 

4.- Con la entonces Diputada Victoria Chavira, a quien sí he tratado mucho más, dentro y fuera del Congreso del Estado, y a quien no le he regateado mi admiración en situación alguna, fue con quien tuve la oportunidad de trabajar más de cerca con las “feministas” (a la fecha ignoro si esta expresión es de su agrado o no, pero por si las moscas aclaro que lo digo con profundo respeto). Largas e innumerables sesiones de debate y negociaciones arduas pautaron el trabajo legislativo de esos años cuyo eje central lo fue el polifacético tema de la mujer.

 

5.- En muchas de ellas, de cuerpo presente, representada o representando, estuvo la Lic. Irma Campos Madrigal.

 

6.- No requiere en esta hora triste, como no las requirió en el pasado, de mis palabras; sin embargo, por muchas razones, bravo, Licenciada.

 

7.- Bravo porque fue ejemplo de que la militancia política, el ejercicio de una profesión, la entrega a una causa, no están reñidos con la maternidad, la amistad, el amor y la disposición perpetua a luchar por lo más importante: La familia.

 

8.- Bravo porque, en vida, gozó del afecto, la admiración y el respeto de muchos, como quedó demostrado hace poco más de un año, cuando recibió el premio María Luisa Reynoso que otorga el Instituto Chihuahuense de la Mujer; o el reconocimiento a su labor por parte de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU.

 

9.- Bravo porque desde el terruño natal, su inteligencia y su tesón constantes la llevaron a abrirse camino con éxito en un mundo “de hombres”, a romper esquemas y a buscar una vida profesional útil, productiva, centrada en mucho en los propósitos de una izquierda militante y civilizadora (sin estridencias innecesarias), sí, pero también en la infatigable promoción de leyes y políticas públicas tendientes a garantizar la equidad de género en todos los niveles y órdenes de vida.

 

10.- Bravo porque es maravilloso pensar en mujeres así: Magníficas en su femineidad y completas en la realización íntegra de su ser, en los planos profesional, laboral, familiar, académico y político. Ésos son -o deberían ser- los hombres y las mujeres de nuestro tiempo: Ocupados de sí mismos y de los suyos, sin descuidar la construcción de un entorno que nos albergue y nos incluya a todos sin discriminaciones ni distingos de género, raza, religión, condición social y cualquier otro factor que sirva estúpidamente para distanciar a un ser humano de otro.

 

11.- Bravo porque en su lucha contra la enfermedad dio muestras, una vez más, de un valor a toda prueba y de un espíritu inquebrantable, haciendo visiblemente compatibles el dolor y la dignidad.

 

12.- No pude comunicarme con el Lic. Jaime García Chávez por quien siento un aprecio especial ni pude a tiempo, tampoco, exteriorizar a la licenciada Campos ese respeto y esa admiración a su labor civilizadora, sirvan estas líneas para expresarle a él, mis más sinceras y hondas condolencias; así como para rogar por el descanso eterno del alma de esta entrañable mujer, chihuahuense, abogada y luchadora social.

 

Luis Villegas Montes.

luvimo6608@gmail.com

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