Por Jesús C. Aguirre Maldonado (Texto y Fotos archivo)—
Delicias, Chih.- Como si hubiera sido ayer y a 17 años de distancia del ataque terrorista a Las Torres Gemelas en septiembre 11 de 2001, justo un día como hoy, el doctor en biología molecular deliciense Mario de la Peña recuerda el hecho que dio la vuelta al mundo y acaparó la atención mundial en los más reconocidos medios de comunicación, pues él vivió en carne propia esos sucesos, ya que en aquel entonces radicaba en Bethesda, suburbio de Nueva York, donde laboraba.
“Era una paranoia tremenda, con un delirio de persecución, ya que había mucho estrés y luego de los ataques había varias revisiones al día, la gente no salía a las calles y prácticamente se la pasaban sólo de la casa al trabajo”, dijo De la Peña.
A 17 años de distancia, De la Peña en aquel entonces (2001) trabajaba en los Institutos Nacionales de Salud, y en el Instituto Nacional de Cáncer y Laboratorio de Patología Genética.
Recordó que en aquel tiempo se encontraban discutiendo con un grupo de abogados si se patentaban los genes que se codificaban y dichas reuniones eran justo enfrente de El Pentágono.
Mencionó que el 11 de septiembre de 2001 (justo el día de los ataques terroristas al Trade Center, Las Torres Gemelas) les tocaba sesionar ahí a las 10:00 am y tomaba el metro, pero esa mañana le hablaron de Delicias, indicándole que encendiera el televisor y lo que vio fue el ataque del primer avión que se impactó contra las Torres Gemelas y al ver esas imágenes se dijo en sus adentros: “esto se va a poner color de hormiga”.
LLEGARON A SU CASA 10 MILITARES POR ÉL
Al día siguiente, 12 de septiembre de 2001, como a las 7:00 am llegaron cerca de unos 10 militares a su casa allá en los Estados Unidos, mencionándole, al hablarle por su nombre (lo que más le sorprendió), que iban por él para llevárselo, ya que lo venían persiguiendo desde cuadras atrás y que era un carro verde en el que iba.
Menciona el entrevistado que efectivamente tenía en aquel entonces un carro verde, pero él los llevó a su auto para demostrarle que se acababa de levantar y que el auto estaba frío en señal de que no lo había usado y entonces lo soltaron y ya no lo molestaron, pero pasó el susto de su vida, pues quizá lo confundieron con algún terrorista o alguna persona sospechosa, ya que se trataba de un asunto de seguridad nacional. Y en los Estados Unidos, “¡nomás imagínate!”, dijo en su momento.
En aquel entonces estaba en boga el tema del Antrax y como trabajaba con microorganismos pues levantó sospechas, además de que después de los ataques terroristas, de septiembre a diciembre de 2001 con grúas levantaban los vehículos para revisarlos que no trajeran bombas o artefactos explosivos.
VIVIÓ UN INFIERNO JUNTO CON MUCHA GENTE
Tenía que ir a cuatro edificios y esa situación se volvió en él y en casi toda la gente un infierno, pues todo aquel que trabajaba con microorganismos era sospechoso y todo era una paranoia (un delirio de persecución). Laboraba de 8:00 am a 7:00 pm y había mucho estrés en toda la gente y en especial en él, ya que “eran varias las revisiones al día las que te hacían”, señala el doctor Mario de la Peña, quien en este día seguramente esté volviendo a “recorrer el video mental”, pues son hechos que lo dejan a uno marcado para siempre.
Últimos comentarios