Demuelen hotel Hidalgo de Meoqui donde pernoctó Benito Juárez
Por JESÚS C. AGUIRRE MALDONADO (Texto y Fotos)—
CD. MEOQUI, Chih.- Luego de que el 12 de febrero de 2013 derribaran lo que fue el Hotel Hidalgo, donde alguna vez pernoctara Benito Juárez, al caer una de las paredes que representaba un verdadero peligro para los transeúntes, quebaba una parte de pie, pero esta ya fue demolida en su totalidad, dejando atrás 158 años de historia, ya que este databa del año de 1861. Ahora se habla de que se volverá a construir ahí un hotel, no igual al que había, más moderno, pero tipo colonial.
En su momento quien era el último dueño, Carlos Jaime Acosta, dijo que fue el tiempo el que agotó el edificio que albergó muchísimas historias entre sus paredes. Ahora quien adquirió el terreno es César Baeza, quien tuviera el proyecto del equipo de baloncesto Cerveceros de Meoqui.
Las paredes de adobe y cantera comenzaron a colapsar, por lo que el 12 de febrero del 2013, se derribó una parte, la pared dañada, pero con las lluvias y la erosión ocasionada por el tiempo, la construcción representaba un peligro, por lo que el nuevo dueño decidió derribar por completo para dejar limpio el terreno, que ahora está rodeado de malla ciclónica tapada con hule negro.
Desde 1861, el edificio formaba parte del complejo donde se localizaba el hotel que albergó al Benemérito de las Américas.
Lo que fue el hotel Hidalgo y que también tenía un bar o cantina, tenía ya en la familia tres generaciones pero la historia quedó atrás y plasmada en libros, documentos, notas de prensa.
Carlos Jaime Acosta llegó a mencionar en su momento que salvar la construcción como edificio histórico requería de una fuerte inversión económica, porque el inmueble estaba muy deteriorado; hoy ya todo es historia y el famoso Hotel Hidalgo quedó derrumbado.
MUCHA HISTORIA ENTRE SUS PAREDES
Durante la mañana del martes 12 de febrero inició el derrumbe del Salón Hidalgo que databa de 1861 debido que se cayó una de las paredes, por lo que le metieron el “mano de chango” y maquinaria pesada, ante la mirada atónita de los vecinos, pero la demolición no fue total, solo de unas paredes.
Desde aquel entonces aún había partes del edificio que estaban de pie, mismas que este 2019 quedaron totalmente derrumbadas para dar paso a la modernidad.
El Hotel Hidalgo, que contaba con sus propias habitaciones y su bar, fue un centro de reunión de políticos y comerciantes, comentó en vida el señor Daniel Villa Arroyo (fallecido en octubre del 2017), quien fue cantinero en los años 1954 y 1955, trabajando a las órdenes del entonces dueño, Alfredo Valenzuela.
Don Daniel Villa Arroyo, quien era muy famoso en Meoqui por sus chistes y ocurrencias, que solía contarlos en la plaza, mientras vivía dijo a este reportero que en dicho salón había reservado de cuartos y cuando él trabajó el dueño era Alfredo Valenzuela, quien fue su patrón, y después lo tuvo Jaime Acosta Valenzuela.
Como cantinero el señor Villa trabajó en los años de 1954 y 1955, mencionando en su momento que tocaba en aquellos años una “típica”, que venía siendo música de cuerda, muy apreciada, que venía de Torreón, a la que no le cobraba renta.
Contó en vida que en el salón hubo bodas, pero que habían también unos músicos que andaban promoviendo un sindicato y les dijo don Alfredo Valenzuela que si se asociaban en dicho sindicato que ahí no se pararan y entonces metería una radiola, lo que los asustó y desistieron por no quedarse sin empleo.
Dijo Don Daniel Villa a este reportero que se reunían políticos, de esos que se van y ya no vuelven, y se soltaba riendo, pues era una persona de muy buen humor.
Cuando contó esta historia Don Daniel Villa Arroyo, quien en ese entonces estaba muy bien conservado, y tenía 84 años de edad (murió a los 88) mencionaba que en aquellos años, que no había luz, los reservados de la cantina eran para matrimonios y se llenaba.
En aquellos años había muchos músicos de cuerdas y también por esos años en que él fue cantinero (entre 1954 y 1955) vino a las ferias de San Pedro y San Pablo el ídolo guanajuatense José Alfredo Jiménez.
“Había muy buenos músicos de cuerda y grandes tríos, muy buenos, como en el que figuraban el Indio Baeza, Maximiliano Posada, Arturo Durán y Arturo Álvarez, además estaba también Rosario Álvarez, quien era la mejor cantante de la época, a quien le gustaba cantar El Herradero”, contó en su momento Don Daniel Villa Arroyo.
Recordaba con nostalgia que en aquellos años cuando él fue cantinero había mucha lana, pues estaba en su apogeo la cosecha de algodón, en la llamada “Fiebre del Oro Blanco”.
Aseguraba que en aquellos años que trabajó de cantinero en el Hidalgo, el Fundador, un vino español se vendía la cuba libre en un peso y la cerveza como a70 centavos. Estaban la Carta Blanca, la Austriaca y la Cruz Blanca que se fabricaba en Chihuahua. En aquellos años, señalaba, “no había Caguamas”.
El Salón Hidalgo ha muerto, y ahora es parte de la historia no sólo de Meoqui, sino de la región.
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