Pesar por la muerte de fotoperiodista
De un disparo en la cabeza fue asesinado el fotógrafo de El Diario Luis Carlos Santiago Orozco, de 21 años, mientras que otro compañero resultó herido de dos impactos de bala y su estado de salud es reportado como delicado pero estable en un hospital de la ciudad.
Ambos fotoperiodistas fueron agredidos en el estacionamiento del centro comercial Rio Grande Mall, ubicado en las avenidas Paseo Triunfo de la República y Adolfo López Mateos, a menos de dos cuadras de distancia de esta casa editora.
El ataque fue perpetrado aproximadamente a las 14:40 horas, cuando los jóvenes viajaban a bordo de un vehículo Nissan Platina con matrículas nacionales.
Ambos acudieron al lugar a comer luego de asistir a un curso de fotografía impartido al Staff de reporteros gráficos de esta empresa periodística.
Santiago Orozco conducía el automóvil particular y el otro fotógrafo, Carlos Manuel Sánchez, viajaba en el asiento del acompañante.
Cuando circulaban en sentido de oriente a poniente dentro del estacionamiento, justo frente a una mueblería, fueron agredidos desde otro vehículo en movimiento.
El auto de los atacantes era compacto y al parecer de color gris; era tripulado por al menos dos hombres jóvenes, de acuerdo con los testimonios recabados en el lugar de los hechos.
“Les dispararon desde otro carro en movimiento, al chofer le dieron en la cabeza y se estrelló contra otros carros”, dijo uno de los entrevistados, de quien se omite su identidad por motivos de seguridad.
Luis Carlos recibió varios impactos de bala, uno de ellos en la región frontal y otro en la mejilla de lado izquierdo, por lo que su muerte fue prácticamente instantánea.
Al fallecer, estrelló la unidad que tripulaba contra otros dos autos estacionados.
Tras el ataque, el otro fotógrafo tomó su cámara digital y brincó por la puerta del auto, ya que quedó prácticamente atrapado contra los carros estacionados.
A pesar de presentar al menos dos heridas de bala, una en el tórax y otra en un brazo, alcanzó a correr e ingresó al centro comercial por la puerta cuatro.
El fotógrafo fue perseguido unos cuantos metros por uno de los sicarios que le disparó al parecer en otras dos ocasiones sin dar en el blanco, sin embargo, los atacantes decidieron retirarse del lugar y huir.
Los testigos no precisaron por cuál de las tres salidas cercanas salieron los atacantes, ya que una permite el acceso a la avenida Adolfo López Mateos, otra a la Paseo Triunfo de la República y la tercera a la avenida Vicente Guerrero.
Una vez que el fotógrafo, de apenas 18 años, se internó en la plaza comercial, pidió auxilio a uno de los guardias de seguridad del mall, quien lo ayudó de inmediato. Minutos después acudieron al lugar paramédicos de la Cruz Roja que le brindaron los primeros auxilios y posteriormente lo trasladaron a una institución médica.
En la escena del crimen los peritos aseguraron nueve elementos balísticos calibre 9 milímetros y el vehículo fue trasladado por una grúa de la Subprocuraduría de Justicia en la Zona Norte a las instalaciones de la Dirección de Servicios Periciales.
Hasta el cierre de esta edición la Procuraduría General de Justicia del Estado no emitía el protocolo de comunicación en torno a este homicidio doloso, el número 2 mil 185 desde el primero de enero al 16 de septiembre.
Decenas de clientes se manifestaron indignados ante el hecho violento y expusieron que la inseguridad en la ciudad es tal que no se puede “comprar el mandado sin andar con el Jesús en la boca”, dijo una ciudadana cuyo automóvil quedó dentro de la escena del crimen.
Los propietarios de los dos vehículos impactados por el Nissan lamentaron el deceso del fotógrafo. Uno de ellos es empleado y dijo que un compañero le avisó del hecho violento.
“Me siento triste porque mataron a una persona y de una manera u otra resultamos afectados”, expuso.
No me acerqué, allá
me quedé: jefe de
seguridad del mall
Numerosas personas escucharon los disparos realizados contra los dos fotógrafos de El Diario. Quienes estaban cerca del lugar de los hechos optaron por tirarse al piso para protegerse y sólo cuando se sintieron a salvo se levantaron para retirarse inmediatamente del lugar.
Un empleado de seguridad del centro comercial fue uno de ellos. Al escuchar las detonaciones optó por mantenerse lejos del sitio donde ocurría el asesinato.
“Venía de hacer la revisión por la otra parte y escuché los disparos, yo no me acerqué, ¿para qué?, vi cuando el otro muchacho se bajó corriendo y avisé a mi gente que se acercaran porque podía entrar por la puerta 4 ó 5 y podían entrar por él”, explicó.
De lejos observó cuando uno de los agresores disparó contra el fotógrafo herido mientras éste buscaba refugiarse en el mall.
“Avisé para que lo localizaran”, dijo el vigilante. Indicó que su principal temor fue que los sicarios irrumpieran al interior de la plaza para matar a su objetivo y más personas resultaran afectadas.
Uno de los guardias encontró al fotógrafo lesionado y aunque pretendió llevarlo a las oficinas, recibió instrucciones de no hacerlo.
“Podían regresar a matarlo, el compañero lo quería llevar a la oficina pero ¿se imagina?, era un riesgo, así que lo sentaron ahí en unas bancas del pasillo central”, explicó el jefe de seguridad.
Indicó que el herido portaba un gafete y una cámara fotográfica y disipó el temor, ya que inicialmente se creyó que estaba armado. Luego llegaron más guardias.
“Cuando lo vieron herido y que traía una cámara, él les dijo que sentía que se iba a desmayar y le faltaba el aire, entonces le hicieron ‘aire’ y lo ayudaron”, agregó.
Minutos después llegaron los paramédicos quienes brindaron los primeros auxilios al reportero y lo subieron a una camilla.
Asegura PF cámara fotográfica, la
recuperan peritos
Mientras los primeros respondientes médicos le brindaban asistencia, el reportero gráfico herido entregó a la que escribe esta nota informativa su equipo fotográfico, hecho que fue observado por elementos de la Policía Federal.
De inmediato, los oficiales solicitaron la entrega del equipo para iniciar las investigaciones. Al hacerse la observación de que la cámara la entregó para su custodia a la reportera y que en todo caso correspondía al Ministerio Público asegurarla, los federales exigieron la entrega de la cámara.
Debido a que estaba por retirarse la ambulancia con el fotógrafo y éste pidió que se le acompañara a la institución médica se optó por entregar el equipo, pero se informó del hecho a los elementos de la Unidad Especializada en la Escena del Crimen.
Posteriormente llegó al lugar el responsable de esta unidad quien recuperó la cámara al plantear que era parte de las evidencias y corresponde al Ministerio Público integrar la carpeta de investigación.
Ayer por la tarde, agentes del Ministerio Público adscrito a la Unidad Especializada en la Investigación de Delitos Contra la Vida acudieron al nosocomio donde era atendido el fotógrafo lesionado para escucharlo en declaración.
Los investigadores analizan el contenido de las dos cámaras fotográficas aseguradas en la escena del crimen, además solicitaron el video de las cámaras de seguridad del centro comercial, así como también escucharán en declaración a guardias y a otros testigos.
Hasta el momento las autoridades investigadoras no han precisado el móvil del atentado, sin embargo, existe la presunción de que fue una equivocación y que el ataque fuera contra los propietarios del vehículo Nissan que conducía Luis Carlos, ya que lo pidió prestado a un amigo.
tomada de eldiario.com
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