-FRASEARIO-
De prudencia e imprudencias
En reiteradas ocasiones, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha recurrido (aparentemente) a la “prudencia†como instrumento conciliador en torno a los temas de la polÃtica exterior relacionada con EUA. Sin embargo, en asuntos de polÃtica interior, el presidente no deja de ser imprudente.
Con su imprudente discurso y comportamiento presidencialista, López Obrador no solo ha logrado confrontar y polarizar a los mexicanos. También ha encontrado la manera de amenazar, descarada e reiteradamente, a aquellos que no comulgan con sus ideas o se atreven a evidenciar su manipulador modus operandi.
Considerando que el término “prudencia†se refiere a la templanza, cautela, moderación, sensatez o buen juicio, y que -por ende- la palabra imprudencia se refiere a la falta de ésta, no hay duda de que el presidente López Obrador es imprudentemente prudente (o viceversa), según lo dicten sus fobias, filias, manÃas o complejos.
La reflexión que en esta ocasión nos ocupa, se deriva de lo que sucedió el viernes pasado durante la conferencia de prensa del presidente López Obrador. Esa, en la que Jorge Ramos le hizo algunos comentarios al presidente y, además, lo cuestionó enérgicamente respecto al altÃsimo número de mexicanos asesinados en lo poco que va de su administración.
Que conste en actas que Jorge Ramos no es santo de mi devoción, pero lo que él hizo es digno de reconocimiento porque hizo lo que pocos se han atrevido a hacer durante las denominadas “mañanerasâ€: evidenciar la manipulación de datos o la “otra información†que el presidente López le da a conocer a los medios y, por lo tanto, al pueblo.
El caso es que, como era de esperarse, en la siguiente “mañanera†el presidente demostró que su imprudente discurso y su soberbio desempeño no tienen lÃmites (salvo con Donald Trump). Es decir, expresar ante los representantes de los medios de comunicación que, a diferencia de Jorge Ramos, ellos sà son buenos periodistas porque son prudentes, porque “si se pasan, ya saben lo que sucedeâ€.
No es nuevo que, para el presidente Andrés Manuel López Obrador, todo aquel periodista o medio de comunicación que se atreva a cuestionarlo o a criticarlo pertenece a la “prensa fifÆal servicio del “conservadurismoâ€. Lo que sà es nuevo, peligroso e inaceptable, es que el presidente del tercer paÃs más letal (sin ser un paÃs con un conflicto bélico) para el ejercicio del periodismo, diga que un buen periodista es aquel que muestra prudente con el presidente porque, si no, ya saben lo que les puede suceder.
En esta ocasión, concluyo con lo dicho alguna vez por el poeta, periodista, cineasta y religioso jesuita español, Luis Espinal Camps: “Hay un lÃmite imperceptible entre prudencia y cobardÃa […] Danos sinceridad, para no llamar prudencia a la cobardÃa, al conformismo, a la comodidadâ€.
AÃda MarÃa HolguÃn Baeza
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AÃda MarÃa HolguÃn Baeza
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