Home » Opinión » Suecia: El infierno que nos espera…por Luis Villegas

Suecia: El infierno que nos espera…por Luis Villegas

Una “reflexión personal”.

Yo no creo que limpiar parabrisas, vender artículos en las calles, hacer malabares o, de plano, pedir limosna, sea malo per se; las personas buscamos subsistir de cualquier modo; y esas son actividades tan dignas como cualquier otra si de sobrevivir se trata; máxime cuando está involucrada la propia familia.

Recuerdo que alguna vez, el Adolfo, chiquito, obtuvo resultados escolares catastróficos —lo de “chiquito” es una aclaración innecesaria porque a los 17 seguía en las mismas (pero esa es otra historia)—; y fue amenazado de modo fulminante con que, “de seguir así, íbamos a tener que mandarlo a vender chicles”. Adolfo se quedó muy serio y después de un rato preguntó con una cara mezcla de ternura e inocencia que dieron al traste con la amenaza: “¿cuándo empiezo?”; en tanto que, en algún momento de su procelosa existencia, a Luis Abraham le dio por vender dulces afuera de su casa. Con esos antecedentes, es evidente que yo creo en la libertad de las personas de salir a delante a como dé lugar, cumpliendo una única condición: que no salgan afectados los demás.

¿A qué viene el párrafo anterior? Porque es muy fácil declararse solidario sin medir las consecuencias; permítanme un ejemplo: si de algo podemos hablar con absoluta seguridad es del infierno que se vive en Suecia en la actualidad; si Usted goglea, sin comillas, la expresión: “paraíso Suecia” aparecerá lo siguiente: “Cerca de 13,000,000 resultados”. De esta multitud de entradas, muchas de ellas aluden a ese fenómeno que llevó a Suecia del paraíso al infierno, a partir de un desacertado control migratorio.

Con datos que no pretenden ser “duros” pero sí ilustrar este aserto, tenemos que: uno de cada dos suecos vive solo y uno de cuatro muere en soledad, existen cadáveres sin reclamar;1Suecia es uno de los países con más violencia física y sexual hacia la mujer; 2 por otro lado, en 2016, la queja recurrente de los ciudadanos suecos era que no había apartamentos ni trabajo y que no se podía ir de compra sin un arma;3 a fines de 2017, Suecia poseía el espantoso récord de ser el país “con mayor número de ataques con explosivos en un mes”;4 yun año después, además de registrar “un repunte de la criminalidad en los suburbios” padeció una oleada de antisemitismo nunca antes vista.5 En síntesis, en pocos años, Suecia se ha convertido en un “averno de inseguridad, violencia callejera y fundamentalismo islámico. Así, merced al deletéreo multiculturalismo que ha orientado a sus políticos en los últimos tiempos, ya no hay ni rastro de aquel país avanzado, próspero y tolerante que fascinó al progresismo mundial”.6

A no dudarlo, ciertamente sí hubo una época en que Suecia, por su modelo democrático y políticas sociales, constituía un ejemplo para Europa y para el mundo; no lo es más. A esa triste condición llegó, además de políticas idiotas de pseudoizquierda, por ese auge desmedido de la inmigración.

Suecia debería ser un referente, contundente además, para México; frente a las declaraciones irresponsables de AMLO de hace pocos días —en el sentido de que (echémonos a reír) “México detendrá el flujo migratorio con visas de trabajo7 Suecia constituye un espejo en el cual deberíamos mirarnos. Un país con índices de bienestar jamás soñados por nuestros políticos, vive hoy sumido en el pasmo que el descontrol migratorio y la pluriculturalidad desbordada han provocado.

El horno no está para bollos: en los primeros cuatro meses de gobierno la cifra de homicidios, en promedio y reconocida por el propio Presidente, ha sido de 9 mil 523;8 y no solo ha crecido el número de asesinatos; para muchos (me incluyo) ha aumentado “el grado de barbarie, por parte del crimen, es decir, estamos viendo carros bomba, cosa que no habíamos visto; estamos viendo quema de lotes de autos […] e incluso vemos un asalto en una proporción inaudita en cuanto al número de dinero […] como el del Aeropuerto Internacional del Bajío”.9

No es cosa de comer tacos de lengua; es cosa de poner freno a la insania de un mitómano senecto, prejuicioso e ignorante.

Contácteme a través de mi correo electrónico o sígame en los medios que gentilmente me publican, enFacebook o también en mi blog: http://unareflexionpersonal.wordpress.com/

Luis Villegas Montes.

luvimo6608@gmail.com, luvimo6614@hotmail.com

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *