Los robots suplirán a los vendedores de seguro, según estudio
Según un estudio, a la hora de comprar un seguro, los humanos nos fiamos más de una inteligencia artificial que de un comercial.
Además, serán capaces de diseñar coberturas que se adapten mejor a tus necesidades y abaratarán el coste del producto.
Y lo más alucinante: son capaces de demostrar que ese guiri que dice que se ha pillado una gastroenteritis en Benidorm está mintiendo.
Ring ring, suena el teléfono de casa. “Raro”, piensas inmediatamente, “quién llama ya al fijo”, te preguntas.
Sabes que si alguien te busca te pone un WhatsApp o te llama directamente al móvil. Al fin y al cabo, para algo tienes el aparatejo a tu alcance el 100% del tiempo, ¿no?
Seguramente se trate de un vendedor telefónico o de una broma de algún colega por Juasapp, piensas. Pero, como nunca se sabe y existe la remota posibilidad de que sea un tema importante o una emergencia, decides descolgar y sueltas un desconfiado “dígame” con desgana. Error.
– Buenas tardes, buscábamos a [inserta aquí tu nombre]. Le llamamos de Seguros Estrella Polar para ofrecerle un nuevo produc…..-colgaste.
Solo hay una cosa más aburrida que vender un seguro, que traten de venderte uno ; y la industria aseguradora -al igual que Julio Iglesias- lo sabe.
Los seguros no molan, punto. No es como vender “Manolitos”, los adictivos mini croissants originarios de Colmenar Viejo que arrasan en Malasaña. Pero es que comprar un seguro tampoco es tan excitante como hacerse con un móvil que tiene tres cámaras traseras o con uno de los mejores videojuegos de 2017 (para la redacción de GQ, claro).
Y, sin embargo, la industria de los seguros está llamada a ser el primer sector por el que la Inteligencia Artificial (IA) llegará a tu vida. Tanto es así que , el 75% de los ejecutivos de empresas de seguros líderes a nivel global cree que la IA transformará o traerá un cambio notable a esta industria en sólo los tres próximos años, según un estudio de Accenture de 2017. Ahí queda eso.
Uno, la naturaleza de este negocio se basa en el análisis estadístico de miles de datos para medir niveles de riesgo, tarea para la que la IA es excelente logrando realizar procesos de análisis en pocos segundos. Dos, sufre un enorme problema de reputación. Alrededor de la mitad de sus clientes no confía en ellos Y, tres, tiene un elevado nivel de fraude que merma sus ingresos anualmente. De hecho, un 10% de todos los reclamos en Europa que se hacen al año son fraudulentos, un problema que la IA también puede ayudarles a solucionar.
“Soy Angus y (guiño) me puse malo en Benidorm (guiño, guiño)”
Es como, por ejemplo, la argucia de algunos guiris que se van a un todo incluido a Benidorm y luego consiguen que les salga gratis las vacaciones tras argumentar una (guiño) intoxicación alimentaria (guiño, guiño).
Precisamente, lograr que gente como Angus no se invente que tuvo diarrea comiendo paella de antes de ayer, ejemplifica por qué la IA tiene una aplicación tan adecuada para el sector seguros.
La IA tiene la capacidad de procesar millones de datos y ajustarlos a un tipo de perfil en milésimas de segundos. Y los datos son los cimientos de la industria aseguradora. Más datos permiten calcular mejor el riesgo, ya que dan mayor certeza sobre qué ocurrió realmente.
Nombre: Angus Smith; comió paella en el hotel La Mar Salada el día 7 de julio; ese día también comieron paella 200 turistas, nadie más se enfermó ; las gambas eran Pescanova y estaban congeladas; fueron compradas ayer en el Mercadona.
Conclusión IA: Angus miente al 95,47% y quiere vacaciones pagadas por el hotel.
Todo esto parece complicado a día de hoy. Pero dado que el móvil no para de recoger datos sobre qué hacemos y dónde estamos a cada momento, junto con el creciente desarrollo del internet de las cosas, este nivel de recolección de datos y cruce de información en pocos segundos se podrá llegar a alcanzar dentro de poco tiempo.
Y es que el fraude en la industria aseguradora no es moco de pavo.
Este sector sólo en Estados Unidos cobra al año primas (sin contar salud) por valor de 1 billón de euros, casi el PIB de España. Y el fraude le representa pérdidas por valor de 40.000 millones, prácticamente el doble de lo que costaría construir el muro de Trump con México, de acuerdo con estimaciones del Congreso estadounidense.
Una tecnología para asegurarnos a todos
Pero las aseguradoras no sólo quieren implementar la IA para saber si mientes como Emilio y Belén, que estafaron al seguro y huyeron al Caribe para pasear turistas en una banana flotante. Definitivamente era un mejor plan que seguir viviendo en Desengaño 21.
Además de controlar que no trates de estafarles, la tecnología permite a los seguros llegar a más clientes ofreciendo un producto más confiable, personalizado a tus necesidades e incluso más barato. U n 74% de los clientes de las aseguradoras están dispuestos a recibir consejos de compragenerados por ordenador sobre qué tipo de cobertura deben adquirir, según Accenture.
Es decir, nos fiamos mucho más de lo que nos aconseje una máquinaque de la recomendación que nos pueda dar un vendedor de seguros, quien posiblemente sintamos que en realidad solo le interesa ganarse su comisión y no nuestro bienestar.
Más ventas
La IA significa más clientes, lo que provoca que haya un aumento de la demanda por el producto. Esto hace que se incremente la competencia y, en teoría, los productos tienden a ser mejores y más baratos.
Y, tercero, la IA también creará pólizas de seguros más ajustadas a tus necesidades y niveles particulares de riesgo. Aunque esto ya se hace con criterios actuariales, la IA ofrecería un conocimiento mucho más preciso y personalizado gracias a la continua recolección de información sobre tu vida.
Vamos, que una persona tiene hábitos de conducción seguros tendrá una póliza más barata que la de otra persona que pegue constantemente acelerones, frenazos y vaya a 200 km/h por la A-2.
Así, ofreciendo productos a precios atractivos que sean vendidos por una máquina -de la que nos fiamos mucho- es como los seguros esperan ganar más por las primas y, a su vez, evitar pagar cuando haya un fraude.
La industria aseguradora ve la IA como la herramienta que le permitirá cumplir su mayor fantasía: tener una tecnología para asegurarnos a todos.
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