Chihuahua Chih.- En Chihuahua existe una comunidad de personas originarias de Haití, quienes emigraron de su país de origen por las duras condiciones socioeconómicas y la búsqueda de una mejor calidad de vida; su situación es peculiar y batallan para conseguir trabajo, pues no hablan español y la cultura mexicana es muy diferente a la suya.
Se trata de alrededor de 60 personas afroantillanas, 80 por ciento hombres y 20 por ciento mujeres, quienes se asentaron en la colonia Villas del Rey, donde una maquiladora les facilitó un programa de vivienda, sin embargo, al no adaptarse al trabajo de la manufactura siguieron viviendo en las casas por las que pagan cada mes un monto determinado, el cual obtienen trabajando de manera temporal en lo que encuentran.
José Faustino Estrada, presidente de vecinos de Villas del Rey, comentó que por iniciativa personal y en memoria de su difunta esposa comenzó a brindarles apoyo y levantó un padrón. Se comunica con el grupo a través de su interlocutor Alexander, uno de los haitianos que más habla español y a quien ocupa en su negocio de fumigaciones para procurarle un ingreso.
“Son trabajadores, excelentes personas según mi experiencia. Lo malo es que no hablan mucho español y se les dificulta comunicarse”, expresó el líder comunitario.
De acuerdo a lo poco que se pudo platicar con Alexander, la mayoría llegó a México buscando refugio en los Estados Unidos, sin embargo los trámites de visa humanitaria se han dificultado a partir del gobierno de Trump y muchos de ellos han optado por esperar de manera indefinida en México. Muchos de ellos probaron suerte en Tijuana y al no obtenerla, decidieron establecerse en otras ciudades como Chihuahua.
En 2018 la empresa Zodiac Aerospace contrato a 50 personas provenientes de Haití, bajo un programa de oportunidades laborales para las personas extranjeras que carecen de permiso formal para trabajar en el país, sin embargo el programa fue blanco de señalamientos de explotación laboral que, cabe mencionar, nunca se acreditaron, pero provocaron el abandono voluntario del trabajo por parte de los haitianos.
Todos hablan Francés Criollo, sostener una plática con ellos es complicado y se recurre al recurso de las señas para tratar de completar una idea o solicitar una acción. Son un grupo de especial vulnerabilidad dentro de la sociedad chihuahuense, puesto que buscan trabajo y se les niega por su origen.
Se agradece a la Pastoral de Movilidad Humana ( de migrantes) de la Arquidiócesis de Chihuahua por las facilidades para realizar el contacto y trabajo periodístico que se pudo realizar. La coordinadora y estudiantes del Seminario de Chihuahua acudieron a ofrecerles comida caliente y víveres, como parte de sus acciones cotidianas.
Por su parte, José Faustino asegura que como labor humanitaria y cristiana seguirá mediando para procurar una mejor calidad de vida y que no mengüen las esperanzas de quienes lejos de su tierra, buscan alternativas de coexistencia bajo las duras condiciones de una cultura ajena.
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