El mal llamado “Tercer informe”…por Aída María Holguín
-FRASEARIO-
Para no perder la costumbre, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador utilizó otros datos para denominar “Tercer Informe” a un acto que, por formalidad oficial, debió ser el primer informe porque se trató de una ceremonia en el marco de lo dispuesto en el artículo 69 constitucional.
Ante ese confuso acontecimiento, no fueron pocas las personas que manifestaron de distintas formas -y por distintos medios- su desconcierto. Algunas de manera seria y otras en tono de burla, cuestionaron la denominación (en términos numéricos) del evento en el que el presidente López Obrador rindió su “informe al pueblo de México”.
Si bien lo sucedido no se trata de una violación al artículo constitucional citado, como lo aseguró -vía Twitter- el diputado Fernández Noroña, sí se trata de un hecho que resalta los rasgos autócratas y neopopulistas del presidente López Obrador.
Por otra parte, llama poderosamente la atención que, según el gobierno de la 4T, se trató de un informe al pueblo de México; sin embargo, el pueblo de México no tuvo cabida en el patio central de Palacio Nacional, tal y como lo tuvo la “crema y nata” de la clase política y empresarial. Dicho en otras palabras, se trató de un informe al pueblo de México, pero sin contar con una representación significativa y real del pueblo bueno, sabio y feliz, feliz, feliz.
Independientemente de que hayan justificado que lo de “tercer informe” se debió a la secuencia que incluye el informe de los 100 días de del gobierno (cosa que desde hace bastante tiempo hacen -prácticamente- todos los gobernantes del país, pero sin incluirlos en la secuencia oficial) y el del denominado “AMLO Fest” del pasado 1° de julio, el mal llamado “Tercer Informe de Gobierno al Pueblo de México” solo quedó como otro acto característico de Andrés Manuel López Obrador. O sea, como un acto de historias triunfalistas, populismo y demagogia.
El asunto es que aún y cuando, constitucionalmente, el presidente López Obrador solo estaba obligado a presentar -personalmente o a través de terceros- (en la apertura del primer periodo de sesiones ordinarias del Congreso) un informe por escrito en el que manifiesta el estado general que guarda la administración pública del país, el evento que encabezó (entiéndase “tercer informe”) antes de dicha entrega estuvo fuera del formalismo oficial que la ocasión ameritaba.
En esta ocasión, concluyo citando lo dicho alguna vez por el profesor y escritor estadounidense, Phil Rosenzweig: «Es útil hacer la distinción entre informes e historias. Un informe es sobre todo responsable de proporcionar los hechos, sin manipulación o interpretación. Las historias, por otro lado, son una forma en que las personas intentan dar sentido a sus vidas».
Aída María Holguín Baeza
laecita.wordpress.com
laecita@gmail.com
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