Reflexión con sentido…por Máster Show
Por Máster Show—
Haciendo leña del árbol caído–
No hay peor virus que el virus del egoísmo que padece el ser humano, que al parecer, quiere acabar con el amor so pretexto de la contingencia.
Los proveedores de los productos de la canasta básica los encarecen o los ocultan en aras de llenarse los bolsillos de dinero, olvidando que hemos sobrevivido a las calamidades naturales gracias a la unión de los seres humanos; somos hermanos y todos somos tripartitas: materia, mente y espíritu.
En época de contingencia lo que nos puede ayudar y mucho es espiritualizarnos; alimentar el espíritu con obras de caridad; la caridad es un manjar para el espíritu, ayudar al prójimo nos sacaría del bache dejando a un lado las exigencias de la mente que está llena de miedo, es ahí donde nace la voracidad de los comerciantes al encarecer los productos de consumo.
Nos da miedo no tener el día de mañana, eso hace que quiera almacenar los dineros para sentirme por encima de mis prójimos, la otra cara del ego sentirme que floto por encima de los demás y querer posiciones y enamorarme de mis posesiones convirtiéndose en esclavo de lo conquistado y si se ve amenazado suelto los mastines de la ira lanzándole a combatir con mi prójimo por lo que tarde o temprano dejara de ser ”mio”.
A mi edad no he visto un sepelio con la mudanza atrás, lo cual quiere decir que no me voy a llevar nada, la Ley de la Impermanencia: nada es para siempre todo es pasajero, entonces es absurdo acumular cosas, casas o dinero atándome con grilletes a las propiedades el apego fuente inagotable del sufrimiento.
Sufrimiento y significado (me duele lo que pienso) y no pensando bien no puedo actuar bien, el segundo mandamiento me manda explicitamente que ame a mi prójimo como a mi mismo, pero implícitamente me manda a que yo me de a amar a mi prójimo con mis actos o con mis comportamientos para poder practicar la amabilidad y ser digno de ser amado por mis actos ya lo dijo el maestro de Nazareth: si quieres ser tan libre como las aves del cielo o tan bello como las aves del campo no te apegos a las cosas del mundo, entre más te apegues a las cosas del mundo más te separas de DIOS.
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