Es la mente la que te hace feliz o infeliz, pobre o rico.
Hay días en lo que todo sale ”a pedir de boca”, todo funciona a la perfección, lo que digo, lo que hago, todo bien y también hay días en lo que mejor hubiera sido preferible quedarme en casa, ni lo que hago continuamente me sale bien ¿por qué si yo soy la misma persona? -todo radica en el sistema neurofisiológico, en el estado emocional que me encuentre, si voy a la tienda y el encargado me ”ladra” ¿qué va a querer?, -eso se basa en el estado emocional en el que él se encuentra, a la mejor lo regañó su patrón, ha tenido una mala experiencia con algún cliente, está saturado de trabajo o trae algún dolor físico, porque lo físico afecta lo mental y viceversa, yo no pienso igual cuando traigo diarrea o fiebre, por eso juega un papel muy importante el estado emocional en las conductas, por eso a la hora de juzgar a alguien es necesario recordar que se puede lanzar piedras cuando los muros son de cristal
Las emociones son la gasolina de la mente y del cuerpo, hay emociones que minimizan mi potencial como la ira, los celos, la angustia, pero también hay emociones que potencializan como lo son: el amor, la paz interior, la alegría y algunas más, entonces si mis emociones son la pucha en mis actitudes tengo que procurar llenarme de actitudes positivas ¿y cómo las detecto si el pensamiento es muy rápido? -El cuerpo humano es un laboratorio y muy completo está diseñado perfectamente, yo detecto mis emociones positivas y negativas cuidando mi respiración, si se agita o disminuye no ando bien, hay otras manifestaciones físicas como sudoración en las manos o en la frente, ligeros temblores en los labios, se arquea la cejas, cambio de color en la piel de la cara etcétera, etc.
Es triste saberlo, es más triste ignorarlo que dentro de mi hay dos lobos, uno negro y el otro blanco, y que se impondrá el que alimente más dentro de mi, está la luz, la obscuridad, la verdad, la mentira, el santo y el demonio, la sal y la azúcar.
El equilibrio consiste en controlar las emociones, no que me ellas me controlen a mi, he visto cómo gente que no ejerce ningún control en sus emociones de la alegría pasan a la euforia, salen a celebrar el triunfo de un equipo de fútbol y terminan haciendo desórdenes, rayando paredes, quebrando vidrios de aparadores, no supieron controlar la emoción de la alegría, la falta de control en la ira hace que diga o haga cosas de las cuales después me arrepiento y todo por falta de control no hay gobierno en mis emociones menos en mis aptitudes.
¿Y por qué tengo esos juicios?
¿Qué pasaría si ahorita el Creador me preguntara:
-¿Qué hiciste con la mente que te presté?
-¿Qué le contestaría?
-La tengo llena de resentimientos, de sentimientos de culpa, de frustraciones, de deseos.
El único miembro interno que puedo controlar es mi mente y dejo que ella me controle a mi, la vida interna donde señorean las emociones es el principal detonador para la vida exterior, cuido mi mundo interior y se hace magia en el mundo exterior.
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