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De gatos y ratoncitos…por Aída María Holguín

 Hace pocos días alguien me hizo recordar lo que el 26 de mayo del presente año dijo –con visión simplista– un aspirante a gobernar Chihuahua, y de lo cual los principales medios impresos del estado daban a conocer puntualmente. Las palabras textuales de ese candidato fueron: “ante una bodega llena de ratas, un buen gato con un buen maullido es lo que pone orden”.

 Es el gato, es una mascota doméstica que así como hay quienes los aman y defienden contra viento y marea, también hay quienes los desdeñan y rechazan. Se trata de un carnívoro de sorprendente agilidad; este felino doméstico, además ha aprendido a asegurar –a costillas de los humanos– su alimento, confort y protección.

 El gato, despliega por “herencia genética” e instinto, una conducta natural de cacería con técnicas especializadas, incluso una vez capturada su presa, no necesariamente la consume, sino que hace de ella un juguete, un trofeo o un recurso educativo para enseñar a sus cachorros los secretos de la caza. Es importante aclarar que un buen maullido no es parte de la técnica depredadora del felino.

 Hoy, la posición del entonces candidato a gobernador — aunque atrás hayan quedado los tiempos de campaña– es finalmente la misma que en el pasado mes de mayo asumió. Los chihuahuenses lo sabemos y lo sentimos porque los maullidos son ciertamente escandalosos; sin embargo, no es así como se atrapan los ratones, ni es Chihuahua una bodega llena de ratas.

 César Duarte ya es Gobernador; y sin embargo, sigue recurriendo a un lenguaje que optaré por no calificar, pues el uso del mismo habla por sí solo. De nueva cuenta, las páginas de los medios lo corroboraron el pasado 15 de octubre, cuando en Parral, haciendo gala de su posición privilegiada como titular del poder ejecutivo, afirmó que logró recuperar los 260 millones de pesos que el anterior delegado de la SCT “ratoneó” de la obra de modernización de la vía corta Chihuahua-Parral.

 Ciertamente no es fácil hablar con corrección, tampoco lo es escribir, sobre todo cuando quienes lo hacemos, mantenemos la búsqueda constante de ejercer una función que todo ciudadano debe perseguir en la exigencia permanente de eficiencia, transparencia y dignidad hacia quienes nos representan, porque los ciudadanos les dimos un privilegio que en teoría se otorga a través del voto mayoritario y en la práctica Duarte obtuvo con la ayuda de los abstencionistas.

 Escribir es un arte, es trasladar en forma escrita pensamientos comprensibles para los demás, cumpliendo de esta manera el fin de la comunicación.  Pero que no se equivoquen los personeros que defienden a ultranza a quien detenta el poder; somos muchos más quienes estamos preocupados y ocupados en que quienes nos representan cumplan a cabalidad  y con responsabilidad el encargo conferido por los ciudadanos, y no es sólo en tiempo de elecciones que las posiciones ideológicas se pueden y deben expresar sin temor alguno.

 Las críticas livianas de alguien cuyo nombre no recuerdo, y que tituló su editorial con mi nombre al lado del connotado panista Guillermo Luján Peña, no impedirán que exprese y señale con toda la fuerza y con toda la convicción, los aciertos y errores de quienes tienen el deber de trabajar por los chihuahuenses, en vez de perder un tiempo precioso e irrecuperable en tratar de denostar figuras respetadas y respetables como la de Luis Herrera González, no sólo por el hecho de ser panista, sino por ser uno de tantos chihuahuense que ha hecho de su vida y sus acciones una trayectoria de respeto y prestigio de tanto peso, que a quien intente denostarle, habrá quien le caiga encima como gato tras ratón; e irremediablemente, el cazador resultará cazado.

 El político, historiador y crítico literario de origen portugués Fidelino de Figueiredo, afirmaba que “La vida, la palabra y el pensamiento son inseparables; pensar y saber es querer decir y poder decir, porque lo que el hombre siente y piensa lo incorpora al mundo de las palabras. El juicio, pieza nuclear del pensamiento lógico, sólo existe en el cerebro del hombre por su traducción en frase”.

 Aída María Holguín Baeza   Correo: laecita@gmail.com

Artículos anteriores: http://laecita.wordpress.com

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