Histeria–
La histeria es una cara de la neurosis, y en términos populares es:”el que tira la piedra y
esconde la mano”.
Un ejemplo: cuando la mamá quiere hablar con su hija y le invita diciéndole:
-”Hija quiero hablar contigo, ven siéntate..”
-La hija responde: aquí estoy bien
-Siéntate m’ija, quiero dialogar contigo
-La hija interrumpe: aquí estoy bien, usando un tono entre desafiador y burlón
-Bueno, cambia de cara.
-No tengo otra.
La hija sabe que con esa actitud va a sacar de sus casillas a su madre hasta que la hace explotar.
-!Que te sientes, con una #×/&£^!
-Y burlonamente la hija le contesta: ya vez, contigo no se puede hablar porque insultas.
La mamá pierde el control y la abofetea, y la hija sale llorando a contarle a todo el que quiera oir y les dice que su mamá es una ”tirana”, ”una salvaje”, que la golpeó (a pero se cuida muy bien de no decirles que ella con sus actitudes lo provocó)
Los histéricos son provocadores, chismosos, injuriosos, y luego dicen: ”yo no fui, fue tete”.
Un ejemplo de acto histérico es: la señorita que sale luciendo una minifalda y se ofende con los piropos subidos de tono que le dirigen al caminar.
Un acto histérico son también los noticieros que te incitan contra los políticos que se robaron tantos millones, ¿y luego, qué hacen? -¿Los buscan, les quitan los millones y luego los devuelven? -No, se van comodamente a dormir, o la artista que está de moda sale semidesnuda excitando a los jóvenes y con ninguno se va a acostar.
Estamos rodeados de actos histéricos, ahí tenemos al político que recostado en las arenas de una playa se queja de la crisis, o la señora que se queja de que su ”hijito” de veinticinco años no quiere estudiar ni trabajar, y ahí está ella fungiendo de sirvienta, el bebedor que se queja que no le alcanza y sábado y domingo ebrio, el joven que se queja de la tiranía de su padre pero no hace nada por independizarse.
Lo mejor sería dejarme de fijar en los demás y fijarme en mí mismo porque el histérico es trágico-dramático y él elabora las tragedias para reclamar el papel de víctima, una cara del ego, la victimización, el ”pobrecito” reclamando la atención de los demás, aquí cabe el axioma: VIVE Y DEJA VIVIR y se puede conjugar con todos los actos de la vida: come y deja comer, duerme y deja dormir, bebé y deja beber, o dicho de otra forma: no te metas en lo que no te importa, no pidas más vive más.
Dudas, aclaraciones o sugerencias al teléfono 639-127-44-79
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