Desde marzo hemos tenido una mala racha en la salud.
Quizá solo nos hemos lamentado por todas las personas que están pasándola mal y por los que han muerto.
Este tiempo también ha sido bueno porque hemos aprendido a estar al pendiente de la familia y los amigos.
Ha pesar de que nuestra economía es mala hemos aprendido a valorar el dinero y a distinguir que hay dos tipos de cosas que son muy valiosas: las indispensables y las necesarias, hemos dejado a un lado las cosas superfluas y las que van más allá que solo sirven para convertirnos en consumistas.
Por ello y por lo que falta de esta historia le debemos dar gracias a Dios por estos detalles.
Esta situación no tiene fecha de término fijada, lo único que debemos de hacer es cuidarnos acatando todas las medidas de salud que habrán de salvar nuestra vida, la de nuestros seres queridos y amigos.
A partir de hoy debemos de alimentarnos sanamente, hace ejercicio pero sobre todo estar emocionalmente bien para que nuestras defensas se mantengan altas y con ello podamos resistir este embate.
Los únicos que nos cuidaremos somos nosotros mismos y poder salir airosos de esta pandemia que no solo lastima a México, sino al mundo entero…
Dios nos proteja y nos de la luz para seguir aquí…
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