La tendencia así lo ha marcado. Las voces que se dejan escuchar en medio del control que marca la huella represora disfrazada en su ropaje más sutil –pero no por ello menos dañina– no valen en Chihuahua, muestra clara y contundente de que cuando Chihuahua exige resultados, esas voces se acallan.
A tan solo 6 días para que se cumpliera un mes del asesinato a la activista Marisela Escobedo; los chihuahuenses nos enterábamos del asesinato de otra activista que dedicó su vida a buscar justicia para las mujeres asesinadas en el estado de Chihuahua, especialmente en Cd. Juárez –la ciudad más violenta del país–.
Susana Chávez, creadora e iniciadora del movimiento ciudadano “Ni una muerta más”, se convirtió así en “Otra más”. Otra muerte más en Chihuahua, otra mujer asesinada en la ciudad donde el “feminicidio” tiene su capital.
Recién iniciaba 2011 –6 de enero– cuando los medios daban cuenta de que en la Colonia Cuauhtémoc de ciudad Juárez había sido localizado el cuerpo de una mujer sin vida que presentaba huellas de violencia, amputación de la mano izquierda y raspones en diferentes partes del cuerpo. — Por motivos desconocidos, el hecho y sobre todo, la identidad de la víctima, se mantuvo en reserva hasta el día 11 de enero–.
Un dato que llama la atención, es que el mismo día del hallazgo –6 de enero– los titulares de la mayoría de los medios en internet informaban que la “Organización Justicia para nuestras hijas” denunciaba una red de trata de blancas en Cd. Juárez. ¿Casualidad o simple coincidencia?…
Tan solo un día después, –el 7 de enero—César Duarte se reunía con el Presidente Calderón en Los Pinos para tratar diversos asuntos, entre ellos el de la seguridad. Al terminar dicho encuentro, rápidamente aparecía en los medios locales lo que ahí se había dicho; entre otras cosas, que “El Presidente Felipe Calderón, hizo un reconocimiento a la administración estatal por los logros obtenidos en materia de seguridad en los primeros meses del sexenio”. –es necesario aclarar que el comunicado de la presidencia de la república no emite en párrafo alguno tal cosa–.
Esta última aclaración, es debido a que es imposible pensar que se pueda reconocer algo que en realidad no ha sucedido, y es que según los datos periodísticos, durante los primeros 100 días de gobierno de César Duarte, en el estado de Chihuahua se registraron 950 ejecuciones, entre ellas la de Marisela Escobedo de la cual no se ha dado información sobre los avances en las investigaciones.
Marisela Escobedo y Susana Chávez fueron dos activistas y ciudadanas ejemplares asesinadas durante los primeros 100 días de gobierno de la actual administración estatal. Y aunque sus voces hayan sido acalladas por la violencia imperante en nuestro estado, deben ser ejemplo vivo para que el resto de los ciudadanos exijamos resultados a las autoridades locales.
Ciertamente Chihuahua exige resultados, y los debemos exigir porque es nuestra responsabilidad y derecho como ciudadanos. Las manifestaciones, crítica y exigencias individuales o grupales de manera pacífica hacia las “autoridades” deben ser intensificadas, porque solo de esa manera podremos ejercer presión para que los criminales no sean los gobiernan.
Merecemos algo mejor de lo que hemos tenido los últimos años, pero para que eso suceda hace falta decirle a los “gobernantes” que si no pueden o no quieren, aquí estamos los ciudadanos para hacer que si se pueda. Es necesario entender que no basta con pagar nuestros impuestos y respetar las leyes para ser buenos ciudadanos; es necesario involucrarnos y exigirle a todos aquellos quienes nos “gobiernan” y nos “representan” que den resultados reales y no ilusorios.
La Constitución política de la Estados unidos mexicanos dice en su Artículo 39 que “el poder es de los ciudadanos y lo dan los ciudadanos”. Seamos pues, el equilibrio que ha faltado entre el poder del Estado y el bienestar ciudadano. Basta de indiferencia, “NI UNA MUERTA MAS”.
Finalizo en esta ocasión con una frase del defensor de los derechos civiles y Premio Nobel de la Paz, Martin Luther King: “Nuestra generación no se habrá lamentado tanto de los crímenes de los perversos, como del estremecedor silencio de los bondadosos.
Aída María Holguín Baeza Correo: laecita@gmail.com
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