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Cartera empresarial…por Javier Quiñones

XaqePANISMO Y POLÍTICA SOCIAL (O, DEL VACIAMIENTO DE PALACIO)

Cuando, tras su épica lucha contra el priato, Francisco Barrio asumió la gubernatura de Chihuahua, el cambio inmediato más notorio fue sin duda el vaciamiento del Palacio de Gobierno.

Mientras gobernó su victimario de 1986, Fernando Baeza Meléndez, el inmueble lució -comparativamente hablando- como un tianguis popular, así de atestado; el contraste fue brutal, en verdad, una vez que Pancho y sus neopanistas empezaron a ejercer como gobernantes: el tap tap de los zapatos de los funcionarios resonaba entre tanto vacío.

La tesis subyacente a tan abrupto cambio en el estilo de gobernar entre el primer Baeza y Barrio, fue sin duda el anti-populismo: había que desterrar –se nos dijo- los hábitos paternalistas y clientelares instaurados por el PRI con propósitos de control político; ergo, si se deseaba recuperar del limbo a los ciudadanos imaginarios había que erradicar antes que nada la ideología y la práctica del populismo. El hasta ahora único gobierno panista de Chihuahua se desentendió, así, de la responsabilidad primaria de todo gobierno civilizado para con los más necesitados, mal guiado por una ecuación filosófica de corte darwinista.

El resultado de este y otros excesos doctrinales del primer partido democrático de México es de sobra conocido: los panistas chihuahuenses se aislaron dramáticamente, al grado de perder las dos elecciones subsiguientes al histórico respaldo conseguido en 1992. Hoy en día, a dieciocho meses de la próxima elección presidencial y casi dos décadas del triunfo de Barrio Terrazas, dicha tesis está siendo cuestionada por los albiazules en todo el país.

En tal tenor autocrítico, durante la asamblea de renovación de la mesa directiva de la Canacintra de Delicias, celebrada el pasado martes 12 en el Centro Cultural, el alcalde Mario Mata Carrasco advirtió antes de resumir los rasgos sociales de su estrategia gubernamental: “Van a decir que soy populista, pero…”.

Quienes podrían acusarlo de populista eran, obviamente, los del sillerío: empresarios, representantes empresariales y funcionarios del sector. Ante ellos subrayó el también empresario mueblero la prioridad de su política social. Ejes principalísimos del gobierno municipal serán, al menos durante los próximos dieciocho meses, el deporte, la cultura, y los apoyos a jóvenes y marginados. Algunos emprendedores lamentarán el viraje –aunque seguramente el Jesús histórico se identificaría con el alcalde.

La política social ha sido siempre el talón de Aquiles del PAN. Tal vez por la actual redefinición de la política panista, hoy la Presidencia Municipal de Delicias respira un aire más parecido al del Palacio de Gobierno de Baeza Meléndez que al de Pancho Barrio.

Y no lo decimos, que conste, por el cafecito que regala la presidencia y mucho nos ayuda a los visitantes a sobrellevar el frío mañanero.

 UNA DE VAKEROS

Miguel, nuestro cronista, nos hizo llegar una copia de Torpelandia, el bravo cronicón de Antonio M. Delgado (“Marco Toño”) sobre el vallendino Oscar Soto Máynez. Una sentencia resume el retrato del mandatario contenida en el librito: Miguel Alemán rescató de las calles, plazas y callejuelas de Camargo al “Zotolito” para hacerlo diputado federal, primero, y luego gobernador de Chihuahua (anteponiéndolo a Teófilo Borunda, Oscar Flores y otros aspirantes a suceder a Foglio Miramontes en 1950). Todo por agradecimiento, pues los Soto Máynez habían hospedado al empobrecido joven veracruzano, huérfano de un padre fusilado por levantarse en armas contra la reelección de Obregón. Se conocieron en la Escuela de Jurisprudencia y Leyes de la Universidad Nacional.

Y que no por cariño le decían “Zotolito” en ciudad Camargo (tierra de su esposa), claro está; “Marco Toño” se regodea en la imagen de un teporocho perdido, cuya conducta lapida sin misericordia:

-Tenía un cuartito infecto y polvoso al que daba el ampuloso nombre de “Buffete”, desde donde “litigaba”. Sus clientes eran nones y no llegaban a tres. Eternamente beodo, dentro y fuera del cuartito, en la calle, en las cantinas, en la plaza y en todas partes… ¡mucha crápula!… -se lee en la página 26.

xavierkue@live.com

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