Desde el exilio para Meoqui…por Amoz Mercado
MUJERES DESTACADAS DE MEOQUI: MARÃA JULIAÂ LAZCANOÂ SÃENZ
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Dedican Merced, hija; Amoz, yerno; Aurora, David, Julia y Ramón, nietos
  El 20 de diciembre de 1930 nació doña Julia, mujer de rancho, trabajadora y capaz, a la que no asustaban ni el metate, ni la tortilla ni el comal. Doña Virginia, su madre, bien le habÃa enseñado cosas de la cocina y también del campo, pues tampoco le hacÃa mella la pizca del algodón.
 Pese a todo ese trabajo que a diario desempeñaba, cuando se arreglaba ningún hombre dejaba de voltear a mirarla. Era guapa de verdad.
 En San Francisco de Borja, ahà vio por primera vez la luz del dÃa. Su infancia y adolescencia las pasó de hacienda en hacienda, ya que la familia se dedicaba al quehacer del ganado; asà que los horcones, la hierbabuena y el toro, fueron su hogar.
 Su padre era mestizo y su madre de linaje español: dos culturas, entonces, dieron carácter y templanza a doña Julia.
 Fue aficionada a las carreras de caballos, legado que su tÃo José Sáenz le heredó. Cuentan que nunca perdió en ese menester.
 Su padre, el bondadoso y noble don Juan Lazcano, le enseñó a rezar, a ser devota de la virgen de Fátima y adorar el Sagrado Corazón de Jesús.
 Siendo aún muy joven, apenas alcanzada la mayorÃa de edad, la falta de trabajo y vivienda hizo que la familia emigrara a la villa de Meoqui, logrando establecerse aquÃ.
 La calle Juárez fue testigo del entusiasmo y trabajo de esta familia que logró forjarse en pocos años un patrimonio.
 En Meoqui conoció Julia a quien serÃa su compañero de toda la vida, don Ramón Muñoz RodrÃguez. Se casaron, y tras dos años de matrimonio, nació la primera hija, heredera del carácter y la templanza de doña Julia, asà como de su belleza. Su nombre: Merced. Luego nacieron Juan, Graciela Ana, Gregoria, Ramón, MarÃa de los Ãngeles, Ramiro y Elizabeth.
 A la fecha siguen multiplicándose los hijos de Julia en nietos, bisnietos y tataranietos.
 Murió el pasado 22 de febrero en Meoqui. Descanse en paz.
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LOS QUE NOS DEJARON
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Ante el paso del tiempo, es difÃcil recordar a las personas que dejaron en nuestro pueblo un legado, una empresa, un recuerdo grato. Por eso es que perdemos nuestra identidad con el pueblo. Asà que, tratando de no perder mi identidad con Meoqui, empecé a recordar a personas que son ejemplo de progreso para la población.
Por esa razón lógica recuerdo al profesor Santiago Fonseca Romero, un ferviente impulsor de la educación de los meoquenses. Él fue fundador de la primer escuela secundaria en Meoqui, habiendo empezado a dictar clases en el Club de Leones, del que era socio, el dÃa 2 de septiembre de 1960 con el apoyo del los profesores Raúl Jasso Ortiz, Pablo Herrera e Isabel Armendáriz, entre otros.
 Al poco tiempo se cambiaron estos quijotescos mentores a las antiguas instalaciones de la empresa Coca Cola, donadas por el empresario meoquense don Carlos Stege Salazar, justo donde hoy en dÃa se halla la primaria “EloÃsa Floresâ€.
 Hoy la escuela secundaria cuenta con instalaciones propias, llevando por nombre “Familia Stegeâ€, misma que actualmente goza de gran popularidad en toda la región.
 amozmercado@hotmail.com
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