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Homenajes indispensables…por Javier Quiñones

Nueva imagen 2Crónicas del Cabildo

HOMENAJES INDISPENSABLES

Por Javier Quiñones

Para Manuelito Gándara, amigo ocasional de mis divertimentos

1

Pedí un rait y así pude llegar a tiempo, si no cómo, esta vez sería en la Casa de la Cultura, allá en el Imperial tan remoto para los peatones.

Sesión doble: la treceava ordinaria y la sexta extraordinaria, dos pájaros de un tiro -¡sólo Dios sabe a qué flojo se le habrá ocurrido!

La buena, la segunda, planeada para entregar reconocimientos a los deportistas del 2010.

Afuera estaba ya, de pie bajo el solón implacable aún, Alan con otro chico de la bandota de César Camacho (el del canal 18).

Arriba del templete arreglado como para un concierto vip de Los Temerarios, algunos tempraneros, entre ellos el siempre diligente Flores Rojo, claro.

Los primeros regidores en llegar, como se ha hecho costumbre, son doña Argelia y su inseparable María de los Ángeles Salgado.

A cuentagotas van arribando los demás: el polémico Sáenz, Amaya muy de saco negro (“me dijo que él no dijo nada de lo que publicaste”), la sonriente señora Mimbela, la modosita Abril Cecilia, el estereotipado Baeza Vitolas, la encantadora Pilar, el sustituto Niño de Rivera y otro cabecita blanca, Manzanares -estos con expresión de hallarse ante un inminente Juicio Final, así de serios para no variar.

Los más retrasados, muy juntos ellos, Maribel Ramírez y el pequeño tricolor Willy Gallegos.

Abundis, el Fouché de la segunda presidencia panista, se escurre discretamente hacia el muro de los salones.

Mientras, se echan aire -insuficiente a todas luces el ventilador Cyclone- la Coronela con un abanico chino y Flores Rojo con un fólder.

Ara y Lalo Barbosa llegan barriéndose cuando está por terminar la ordinaria fugacísima.

Unos minutos dura, lo que tardan en turnar algunos asuntos de obras públicas y acordar la próxima para el lunes 23 en la Canaco (entregarán el Premio a la Juventud).

Casi todas las sillas Servi-rent permanecen vacías cuando Jáuregui anuncia un receso que trae a mi mente la última innovación de la liguilla mexicana.

2

Quizás para escapar de la horrísona música escupida por los altavoces, me pongo a leer las etiquetas adheridas a las sillas de hasta adelante. Hay de todo: tenis, fut, basket, box, soft, ajedrez, kick-boxing, rodeo, un misterioso “lev. de potencia”, ciclismo, bádminton, autos, motocross, frontón, ciclismo…

Entonces llega –providencial- Saúl, nos damos un abrazo y charlamos de cualquier cosa.

Para no perder el paso decido a abordar a la hermosa muchacha que -me soplaron- resulta ser la hija de Carlos Borruel Vaquera y esposa del titular del flamante Instituto Municipal del Deporte, David Ortega Cisneros.

-¿Qué cuenta de su papi? –abro.

-Está en México, en Sedesol, muy cerca del presidente Calderón –presume Mónica-. ¡Estoy muy contenta!

-¿También a usted le gusta la política? –pico.

-Me fascina.

-¿Ocupa algún cargo público?

-No, no, ¡yo participo por convicción!, sólo en las campañas…

-Usted sí debe saber quiénes son los deportistas ganadores… -la sopeo con la esperanza de anticiparme.

Pero no suelta prenda, y en cambio, suscito su desconfianza.

Al cabo olvida el correo de su padre, y en compensación me sugiere buscarlo en Facebook.

De vuelta con Saúl descubro que se llenaron las sillas de la primera fila, y vuelta a preguntar.

Hermann Dittrich, de 13 años, ha ganado un primer lugar nacional y cuatro estatales en competencias de tiro con arco. Misma edad de Javier Rojas, campeón de tenis de mesa del torneo internacional de El Paso. Diego Iván López Delgado, campeón de ciclismo en la categoría de 9 años, tiene apenas 8.

De pronto irrumpe la banda de guerra de la Leyes, muy elegantes todos.

Es la señal para la segunda sesión, la de veras.

3

Jenny Barraza canta los himnos –el nacional y el de Chihuahua- al estilo José Alfredo, así de bravía.

Le hace segunda -papaloteándole el bigote aguamielero por tanto énfasis patriótico- el teniente coronel retirado Manuel Hernández Pérez, híper marcial él, echada pa delante la panza descomunal.

Más auténticos lucen, sin duda, los niños apostados detrás de la escolta.

Ya presenta el ingeniero Mata a Efrén Mar Holguín, representante del gobernador.

Y a su siempre elegante esposa, Ivonne Licón de Mata.

No olvida distinguir el presidente al síndico Eliseo –algo acartonado por causa de esa corbata impensable.

Embargado de teatral emoción, Rodolfo Arciniega, el locutor de Radiorama y presidente del Círculo de Cronistas Deportivos, por poco rompe en llanto.

Llega la hora de los discursos.

El primero, de David Ortega, informa que “batimos todos los records” tras aludir a la carrera de San Silvestre, las inversiones en deporte, la promoción de “más de 25 disciplinas y no sólo 2 como se venía haciendo”, el “primer polideportivo a nivel nacional”; y todo –remata- “por tener como presidente a un hombre de palabra, muchas gracias, señor” –señalando al edil.

Contrasta por su brevedad el mensaje de Mata; postula: “El deporte es formador de espíritus emprendedores”, “es el momento de terminar con el ocio, padre de todas las adicciones y la delincuencia”.

Me hace pensar, obvio, en De brevitate vitae, la apología que hizo Séneca El Joven hace casi dos milenios del ocio al criticar la vida vacua de los ocuppati.

A esa hora la pantalla es todavía un fantasma luminoso.

La animadora Rosy Salas (“tuvo una columna de deportes hace tiempo”) exclama visiblemente excitada desde el cielo de su micro: “¡Todos ustedes son ganadores!”.

Nos miramos Darío y yo, y –bromeando- nos felicitamos mutuamente.

4

Inesperadamente, un grupo de bailarinas o algo así irrumpe sobre el tablao.

Interpretan un popurrí como capirotada de Semana Mayor: mambo, electrónica, travoltiana, rock, una revoltura infame.

A duras penas resistimos la embestida anticultural.

Nos sacan del pantano unas niñas temerarias que trepan apoyadas en dos cordones hasta una altura de cinco metros –y respiramos aliviados cuando terminan su número sin caerse.

La conductora Marisol Alvídrez aclara durante la pausa que sólo tres deportistas recibirán premios en efectivo y que los jueces son del afamado Círculo de Cronistas Deportivos.

Al alimón con un colega de engolada voz, presentan la primera tanda de vencedores: Carlos Mario, en ajedrez; Osvaldo Fierro Cárdenas, en autos; César Rodrigo López Silva, de la prepa 20-30, en badminton; Layda Aladí Jiménez, en básket; Eric Alfonso Sagarnaga Portillo, en beis; Raúl Alonso Robledo Méndez, en box; Diego Iván López Delgado, en ciclismo; Ever Agustín Nevárez Hernández, en americano; Carlos Enrique Pérez Hernández, en futbol rápido; Jason Peter, en soccer; María José Durán Márquez, en frontón; Jesús Rey Castillo, en kink, arranca el primer alarido; Omar Sánchez Villalobos, en auto estándar; Osvaldo Fierro Cárdenas, en auto categoría modificada.

A nuestro lado, Juan Antonio Villalobos Navarrete lamenta la frase estandarizada que repiten todos los homenajeados: “Pertenezco a la nueva era del deporte”. Explica de paso que los de automovilismo debieron ser premiados desde el año pasado, mas no ocurrió así porque “se tranzaron el dinero los del comité”.

Y arriesga un pronóstico perfecto: el primer lugar será para rodeo, el segundo para pesas y el tercero para atletismo.

Nadie lo pela por supuesto.

5

Hace hambre, así que intento seducir a las gorditas que tienen a su cargo los bocadillos.

Nada qué hacer, sólo consigo aguzar su celo del menú.

Tampoco consiguen superar a las guardianas otros rondadores.

Ni siquiera Albino:

– Me dieron patrás –se queja-, ¡y pacabarla voy a salir en la crónica! –exclama.

Nos ponemos a fumar, qué remedio.

Somos –con los chacuacos de César- los negritos del arroz deportivo.

Nos distraen las del CEUN con su número de gimnasia artística.

Susto: se despiden con fuegos artificiales.

-¡Les anticipamos una noche llena de sorpresas! –rubrica la conductora, en otro planeta, enteramente ajena a la subrepticia disputa por comida que libramos los hambrientos en torno a las meses donde van acomodando las sobrealimentadas los canapés prohibidos.

Prosigue por fin la premiación: Javier Osvaldo Nevárez Calderón, por motocross; Andrea González Flores, por rodeo; Miguel Ángel Carrillo Alcíbar, por soft; Oscar Alfredo Torres Ortega, por tae; Javier Rojas, por tenis de mesa; Hermann Dittrich Talavera, por arco, levanta otro alarido; Jorge Alejandro Loya Loya, por voli; y, Yessica Fernanda Jurado, quien no asistió por causa de un accidente.

Hubo además reconocimientos especiales para: un ampáyer; Daniel Ogaz Valles, por lucha; los equipos “Algodoneros” y “Pioneros”, por beis y básket, respectivamente; el cronista Ricardo Morales Núñez y el promotor Mario López.

Ya se atisba el final.

El presidente Mata le pone suspenso a la develación de los tres principales vencedores.

Bronce: Guadalupe de los Ángeles Escalante, atletismo.

Plata: Jesús Rey Castillo, lima lama.

-¡Conozcamos el lugar del primer lugar! –ruge la conductora.

La ganadora absoluta resulta ser la jinete Andrea González, campeona nacional de la categoría carrera de barriles.

Una chica dulce -que no consigo imaginar domadora de bestias.

Cierra Mata con broche de oro:

-Gracias por este regalo que nos dieron a todos los delicienses.

CONTENTO EPÍLOGO

A matacaballo relleno mi estómago ávido.

Rondan las diez cuando salgo de Casa de Cultura.

Mi brújula dice que no debo estar lejos del Pedregal.

Cruzo en línea recta la carretera, salto el canal y -atenido al archiprobado impacto mediático de mi estatura y mi facha arrabalera- decido atravesar las parcelas buscando acortar el camino a nuestra guarida.

La oscura noche, como siempre, cuida mis pasos y pronto puedo ponerme a pergeñar esta destartalada croniquilla.

Mañana, por fin, regresará Antonieta.

La vida cobra sentido nuevamente…

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