Atiende IMSS a buen número de enfermos de insuficiencia renal
El Instituto Mexicano del Seguro Social, Delegación Chihuahua, a través de Salud Pública definen a la insuficiencia renal crónica como la pérdida lenta y progresiva de la función renal, generalmente es irreversible y se traduce en un conjunto de síntomas y signos denominados uremia, es decir los riñones dejan de funcionar normalmente para filtrar y purificar la sangre.
Actualmente se proporciona atención médica a 593 pacientes, 323 son hombre y 270 mujeres, la edad de mayor recurreencia es entre los 18 y 65 años de edad.
La insuficiencia renal crónica era mortal, ahora existen métodos de diálisis y los trasplantes para sustituir la función de los riñones dañados; hoy en día se considera un grave problema de salud, y la causa más común de progresión es la nefropatía diabética -predominantemente de diabetes mellitus-.
Existen dos tipos de factores de riesgo para tener mayor propensión a padecer insuficiencia renal crónica: el factor clínico serían, diabetes mellitus, hipertensión arterial sistémica, infección de vías urinarias, obstrucción del tracto urinario inferior, neoplasias, reducción de la masa renal; así como la exposición a ciertas drogas (antibióticos y antiinflamatorios) y bajo peso al nacer.
En el factor sociodemográfico mencionan los especialistas, la edad avanzada, historia familiar de insuficiencia renal crónica y tabaquismo, entre otros, siendo importante identificar a las personas que presentan factores de riesgo, de esta manera se puede hacer una detección temprana y oportuna de la enfermedad, ofreciendo la atención médica necesaria con el fin de disminuir un daño mayor para evitar recurrir a la diálisis.
Mencionan los especialistas del IMSS cinco etapas de la nefropatía diabética, siendo en la quinta cuando se establece la insuficiencia renal crónica, se presenta alrededor de los cinco años después de la cuarta etapa, los riñones dejan de funcionar a su capacidad normal para filtrar y purificar la sangre, y en consecuencia no se elimina la sal y el agua, por lo que el paciente se hincha y su presión arterial se eleva.
Los síntomas más frecuentes son, cansancio, debilidad, pérdida de peso, hinchazón de párpados y piernas, palidez generalizada, pérdida del apetito, náuseas y vómitos, mal aliento, mal sabor de boca, dificultada para concentrarse, insomnio, somnolencia durante el día, comezón y piel reseca.
Puntualizan los expertos que en el curso de la insuficiencia renal, llevando la dieta adecuada y los medicamentos indicados, la vida se lleva de manera casi normal; pero cuando los riñones dejan de funcionar, existen varios métodos de diálisis peritoneal que pueden llevarse a cabo en casa y la hemodiálisis que emplea un aparato de filtrado.
Finalmente, concluyeron que la insuficiencia renal se puede evitar o prevenirse, si se detectan los factores de riesgo para desarrollarla, por lo que se aconseja: modificar el estilo de vida realizando actividades físicas, tres o cuatro veces a la semana por 30 minutos; consumir alimentos saludables; no automedicarse; bajar de peso; suspender el tabaquismo; controlar la presión arterial, glucosa y lípidos.
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