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Narcotráfico, víctimas inocentes y doble impunidad…por Aída María Holguín

México vive en guerra. Se trata de una guerra entre grupos de criminales que contabiliza en tan sólo cuatro años –según datos consignados por diversos medios–, más de 30 mil muertos hasta el año 2010; entre ellos, figuran víctimas inocentes, principalmente alrededor de 900 niños asesinados por las balas en enfrentamientos armados o ataques directos. De estos asesinatos, el 95% permanecen sin castigo.

La impunidad que se vive ahora –especialmente en la fronteriza ciudad Juárez–, ha causado que recientemente las voces se eleven para avalar la honorabilidad de una maestra que desarrollaba hasta hace unos días su actividad laboral en El Paso, Tx., y a quien se le acusa de haber intentado ingresar a Estados Unidos dos maletas cargadas de enervantes.

De este caso –como muchos otros–, poco o nada hemos sabido quienes seguimos la información respecto a los detalles de tan grave incidente; ni siquiera sabemos si las autoridades procedieron a recolectar huellas dactilares de las maletas a fin de probar si la acusada tuvo contacto con las mismas.

Todo parece indicar, que ante las dificultades que los grupos delictivos han encontrado para ingresar artículos y sustancias prohibidas de México hacia Estados Unidos, éstos emplean métodos alternativos en los que no importa a quién perjudiquen mientras ellos puedan cumplir con su objetivo delincuencial.

Poco de lo que se ha sabido sobre el caso de la maestra Ana Isela Martínez Amaya –Miss Ana, como le llaman sus alumnos–, es que fue detenida desde el pasado 26 de mayo por elementos del Ejército mexicano tras ser elegida –de manera aleatoria– para realizarle una revisión de rutina en la Línea Express del Puente Lerdo, ubicado en la zona centro de Ciudad Juárez.

Su detención, se dio luego de que en la cajuela del automóvil en que viajaba, se encontraron dos maletas llenas con paquetes de mariguana. Desde ese mismo momento –y hasta la fecha–, la Maestra ha insistido en que esas maletas no le pertenecían, que no sabe cómo fue que llegaron a su vehículo y que nunca antes las había visto.

De acuerdo a lo que se ha sabido hasta el momento, la Maestra Ana Isela es egresada de UTEP, donde obtuvo licenciatura de enseñanza con honores y especialidad como docente bilingüe; adicionalmente, ha obtenido en dos ocasiones el Premio a la maestra del año en el Paso, Tx.; la primera ocasión en Fort Bliss ciclo en el año 2005, y la segunda ocasión fue en la escuela La Fe apenas una semana antes de su detención.

Cabe recordar, que a inicios de este 2011, se presentó un caso similar: el Médico de origen keniano –nacionalizado estadounidense– Justus Lawrence Opot, permaneció una semana bajo arresto en el CERESO de Cd. Juárez

Este arresto, se dio al habérsele encontrado sospechoso del tráfico de enervantes, luego de que el propio médico denunciara a las autoridades mexicanas el hallazgo de dos maletas que contenían mariguana; maletas que encontraron –Justus Laerence y una amiga– en la cajuela del vehículo en el que viajarían a el Paso, Tx.

Es necesario retomar y recordar estos casos, puesto que de comprobarse la inocencia de la maestra, estaríamos ante el evidente empleo de un nuevo método de transporte de drogas que los delincuentes están usando a costa de lo que sea y de quien sea; por lo que cualquier ciudadano estaría expuesto a este tipo de prácticas.

Considerando lo sucedido en estos dos casos, es importante que se tomen las medidas correspondientes:

En el caso de los ciudadanos –mexicanos o estadounidenses–, será indispensable revisar las cajuelas de los vehículos en los que viajarán a Estados Unidos; sobre todo aquellos que rutinariamente cruzan la frontera y que son más susceptibles a ser vigilados, y por lo tanto, son las mejores “presas” de los delincuentes.

En cuanto a la labor de las autoridades mexicanas, se debe tomar seriamente el hecho de que el método de la siembra de droga en vehículos de personas de buena reputación, se puede estar convirtiendo en el modus operandi de los delincuentes para el tráfico de drogas, por lo que es imprescindible que también se busque la aplicación de nuevos métodos de investigación para probar la inocencia o culpabilidad de quienes son objeto de esta práctica.

Ya no basta con el patrullaje del ejército en las calles. Esas medidas no han disminuido la acción del narcotráfico que ahora parece efectuar una minuciosa acción de “inteligencia criminal” para seleccionar a ciudadanos confiables que les permiten mantener el traslado de droga al mercado estadounidense.

Y la preguntas que nacen son: ¿Dónde se encuentra la labor de contrainteligencia policial para atajar el daño a las víctimas inocentes de nuevo modus operandi?, ¿en dónde y cuándo veremos la aplicación de la justicia en este y otros casos de afectación a las víctimas inocentes en esta guerra entre los grupos criminales?

Finalmente; es necesario que se atienda el llamado que desde las diferentes trincheras y sectores de la sociedad estadounidense y mexicana se está haciendo para que las autoridades encargadas esclarezcan a la brevedad posible la situación de Miss Ana, y efectúen y desarrollen las investigaciones en total respeto y apego a sus derechos, a fin de que prevalezca el estado de derecho y justicia en todo momento.

Si la delincuencia logra mantener el tráfico de drogas, y en contrapartida, las autoridades no responden con la eficacia y las herramientas técnicas requeridas, estaremos ante una nueva crisis de impunidad.

El político, abogado y pensador hindú Mahatma Gandhi postuló que “debemos ordenar el caos. Y no tengo duda de que el mejor y más veloz método, es implantar la ley del pueblo en vez de la de la turba.”

Aída María Holguín Baeza

Correo: laecita@gmail.com

Artículos anteriores: http://laecita.wordpress.com

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