A mí también “me gusta” César Duarte Jáquez…por Aída María Holguín
De manera sorpresiva, y en un lapso muy corto, los seguidores en redes sociales de la página del Gobernador de Chihuahua César Duarte Jáquez se incrementaron considerablemente. Confieso que en contra de mi voluntad soy una de sus nuevas “seguidoras”.
Pero este fenómeno del repentino incremento del número de registros Duarte –locales, nacionales e internacionales– en la página del Gobernador, no tiene que ver en lo más mínimo con una afinidad hacia el mandatario del estado o con lo que literal y tradicionalmente significa ser fan o seguidor de alguien.
De ahí la importancia de aclarar –a todos aquellos que no usan el Facebook–, que para poder hacer algún comentario en el espacio virtual que ocupa alguna persona, es necesario haber aceptado una amistad, o en el caso del tipo de espacio que ocupa el Gobernador, haber elegido la opción “me gusta” para poder establecer contacto virtual.
Dicho lo anterior, prosigamos con los motivos que dieron origen a que cientos de personas hayamos decidido que “nos gusta” el Sr. Gobernador. (Debo aclarar que “mi gusto” por César Duarte, si fue para hacer algunos comentarios, pero más que todo para hacer algunas aclaraciones que en su momento debió hacer el propio gobierno estatal).
Resulta que agentes de las unidades 164 y 165 del Distrito Delicias en ciudad Juárez, le dispararon a una perrita llamada “Canela”; esto, luego de que los policías municipales estaban almorzando y al ir uno de ellos a comprar un refresco, Canela tuvo el atrevimiento de ladrar y decidió por esta simple razón, darle un balazo que finalmente terminó con la vida de la Canela.
Luego de que la noticia fuera dada a conocer por el Diario de Cd. Juárez, y difundida por la Asociación Pro Defensa Animal (Aprodea) a través de redes sociales, la página de César Duarte comenzó a registrar –y sigue registrando– un incremento en su número de “seguidores”, quienes a través de diversas manifestaciones reprueban lo sucedido y exigen justicia para Canela, así como el castigo a los elementos de la policía municipal responsables de tan cobarde ataque.
La expresión ciudadana es válida, debe ser escuchada –o leída– y atendida desde cualquier espacio. Es por eso que este espacio de opinión expresa su indignación y se une a las exigencias para que este caso no quede en la impunidad como han quedado miles en nuestro estado. Sin embargo, hay que decir claramente que habiendo sido agentes municipales los responsables, las exigencias de justicia para Canela deben hacerse al Alcalde de Juárez e interponer –por supuesto– la denuncia correspondiente.
Por su parte, los Diputados y el Gobernador (que tanto gusta de enviar iniciativas al Congreso), con este lamentable y reprobable hecho de cobardía, pueden y deben encontrar un área de oportunidad para atender y dar respuesta a una solicitud ciudadana que desde hace mucho duerme el sueño de los justos: “el maltrato animal, al Código Penal.”
Por su parte, los ayuntamientos tendrán que prestar atención para crear los reglamentos correspondientes a la Aplicación de la Ley de Bienestar Animal para el Estado de Chihuahua, porque no basta con que hace apenas unos meses se haya aprobado y publicado. Es necesario establecer los mecanismos para que ésta se cumpla debidamente y se asegure que se apliquen las sanciones que inhiban el maltrato de seres indefensos.
Volviendo al tema de los nuevos “fans” del Gobernador Duarte, y aunque este asunto no es de su competencia directa, ha sido una pena ver que después de que en un lapso de tan solo 24 horas, cientos –si no es que miles– de personas y Asociaciones, le han solicitado castigo para los policías, o simplemente le han expresado su indignación a través del Facebook, el Gobierno Estatal solo haya sido capaz de subir una foto del Gobernador entregando certificados de un Programa Federal, en lugar de dar una respuesta (aunque sea aclaratoria) a las manifestaciones ciudadanas.
Es de suma importancia entender que hacer justicia contra el maltrato animal no tiene que ver con un simple sentimiento bondadoso de los seres humanos; tiene que ver con la misma prevención de la violencia y la delincuencia, y de esa misma forma tiene que asumirse, así como el hecho de que dos policías actuaran con violencia excesiva contra un indefenso animal.
Tan solo por hacer referencia algunos de los muchos elementos claves a considerar sobre el tema, retomaré lo expuesto en el mes de mayo de 2010 en este mismo espacio de opinión: Gustavo Larios Velasco, abogado penalista, ha señalado que “La tortura a los animales está íntimamente ligada a la peligrosidad del sujeto, similar a la de asesinar a un humano, por eso debería ser contemplado a nivel penal”.
El maltrato a los animales no se puede seguir tomando a la ligera y mucho menos en Chihuahua por ser uno de los estados con más violencia de la República Mexicana y quizá de Latinoamérica. Diversos estudios a nivel mundial han convencido a sociólogos, legisladores y a las cortes de países desarrollados de que los actos de crueldad hacia los animales constituyen la primera alerta de una patología violenta que incluirá víctimas humanas.
Es imprescindible pues, que no se siga minimizando este tema porque de ello puede depender el comportamiento de la delincuencia en un futuro. Esto lo asegura Robert K. Ressler, quien desarrolló algunos de los perfiles de asesinos en serie para el FBI, y quien dice que “un asesino comienza matando y torturando animales.
Tiempos antiguos e inteligencias intuitivas y sobresalientes de Leonardo Da Vinci lo demuestran; él mismo anticipó que: “llegará un día en que los hombres conocerán el alma de las bestias y entonces matar a un animal será considerado un delito como matar a un hombre. Ese día la civilización habrá avanzado”.
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