CIUDAD DE MÉXICO, México,- La Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), obtuvo de un Juez Federal Penal medida cautelar de arraigo por 40 días por delincuencia organizada, violación a la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos contra José Antonio Acosta Hernández o Carlos Martínez Pérez (a) “El Diego” o “El Diez” o “El Blablazo” o “El Dientón” y Jesús Antonio Mancinas Sandoval (a) “El Toca”.
Los cabecillas de la organización delictiva “La Línea”, del “Cártel de Juárez”, fueron detenidos el pasado 31 de julio por elementos de la Policía Federal en la ciudad de Chihuahua, Chihuahua; a quienes les fueron aseguradas armas de fuego y equipos de comunicación.
José Antonio Acosta Hernández o Carlos Martínez Pérez se desempeñaba como jefe de plaza para la citada organización delictiva en Ciudad Juárez, mientras que Mancinas Sandoval era quien presuntamente le brindaba seguridad.
En cumplimiento del mandamiento judicial los arraigados, fueron ingresados al Centro de Investigaciones Federales, con la finalidad de recabar mayores elementos de prueba que permitan perfeccionar la indagatoria que se integra en su contra.
El Diego, Capo detenido el pasado viernes, reveló los crímenes que cometidos en el estado de Chihuahua.
El líder de La Línea aceptó haber ordenado al menos 1500 ejecuciones en Ciudad Juárez en su lucha contra el Cartel de Sinaloa por el control de la Plaza.
En entrevista se le cuestionó sobre los principales hechos sangrientos y por los que dio fama de “La Ciudad más violenta del Mundo”.
Aceptó haber ordenado la masacre de Villas de Salvárcar, la ejecución de empleados del consulado de Estados Unidos y la detonación del choche bomba, entre otros.
El detenido informó que policías de distintas corporaciones le brindaban apoyo y fue así como logro escalar la pirámide de la empresa delictiva.
“Desconozco los nombres de los elementos, solo sé que habían algunos que aportaban pasando datos sobre nosotros. Por ejemplo dónde estaban los retenes, dónde andaban las unidades de la Federal, los soldados y hasta los ministeriales o los mismos municipales.
En el principio recibí mucho apoyo de la autoridad Estatal, Policía Ministerial y pues actualmente de la Policía Municipal, pero ya muy poco“.
Diego comandaba a un grupo de 45 jóvenes de entre 18 y 25 años para eliminar a rivales, autoridades y policías que cuando les perdía la confianza mandaba ejecutarlos.
El Diego” admitió que él dio la orden para matar en 2010 a Sandra Ivonne Salas, vicefiscal de Asuntos Internos en Chihuahua, porque “había realizado muchas detenciones” y porque los criminales creían que servía a un grupo rival.
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