Dice una vieja y conocida frase que: “de la moda, lo que te acomoda”; y parece ser que al Gobernador del Estado de Chihuahua, César Duarte Jáquez, la moda que quiere que le acomode a como dé lugar, es la moda de la perpetuidad.
Esta moda inicio con uno de los “grandes” logros presumidos con bombo y platillo por la actual administración estatal, y es la de haber ordenado – porque las de César Duarte no son iniciativas, son órdenes– reformar la Ley para que ciertos delitos sean “castigados” con un encierro perpetuo para quien los comete.
El caso es que mientras que se presume tal cosa, en los centros penitenciarios más importantes del estado de Chihuahua, se han descubierto –no en una, sino en varias ocasiones–, artículos prohibidos, entre los cuales se encuentran armas de grueso calibre y teléfonos celulares.
No conformes con el vergonzoso hallazgo de un Bar&Billar al interior del CERESO de la capital del estado, ahora hay que sumar a la vergüenza estatal el hecho de que algunas de las armas encontradas ya han sido utilizadas para cometer asesinatos; y en el caso de los celulares, como ya es del conocimiento popular, frecuentemente son utilizados para extorsionar a los ciudadanos. Todo esto, desde la comodidad de una celda con vigilancia las 24 horas del día.
Es así, que cuando uno escucha o lee estas cosas, y se hace un análisis de la información, resulta inevitable cuestionarse si en verdad servirá de algo el “castigo ejemplar” de encerrar de por vida a ciertos malhechores; si en el lugar en donde están encerrados para ser ejemplarmente castigados, se está perpetuando la actividad delincuencial por la que probablemente fueron sentenciados.
Lo cierto es que con todo lo que se sabe –más lo que no se sabe porque obviamente no quieren que se sepa–, resulta imposible creer que la tan presumida pena de cadena perpetua sea la solución para disminuir los índices de delincuencia en nuestro estado.
Finalmente, y siguiendo con la moda Duartista de la perpetuidad, resulta que ahora el propio jefe del ejecutivo quiere condenarnos a los ciudadanos a tener cadena perpetua en Palacio de Gobierno César Duarte.
Así es! El gobernador quiso perpetuar su multipublicitada imagen, pues resulta que ahora las fotos de los gobernadores de Chihuahua estarán a la vista del público en el recientemente inaugurado Salón Gobernadores.
Unos dicen que fue una gran decisión del Gobernador porque con el hecho de que las fotos de los mandatarios que ha tenido Chihuahua estuvieran escondiditas, al mismo tiempo se escondía con ellas pasajes vergonzosos de nuestra historia.
Pero como siempre hay diferentes puntos de vista, también hay quienes dicen que si los pasajes históricos vergonzosos ocasionados por los gobernantes de nuestro estado fueran el motivo del ocultamiento de las fotos, este no es un buen momento para sacarlas de su escondite.
Es así, como el actual gobernador César Duarte nos da una muestra más de las acciones ególatras que irá acumulando durante su mandato; en ésta ocasión, ha decidido que su foto sea vista por las presentes y futuras generaciones de visitantes.
En una frase anónima, que ahora hago propia para reforzar las ideas aquí expuestas, es necesario decir que “la debilidad del poder, radica en procurar su perpetuidad”.
Aída María Holguín Baeza
Correo: laecita@gmail.com
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