El principal impreso local, El Sol de Tlaxcala, sigue promoviendo la prostitución en sus páginas, a pesar de haberse definido ya como un delito en el plano federal la publicación de anuncios relativos al llamado “oficio más antiguo del mundo”.
El jefe de información de El Sol de Tlaxcala es Sergio Enrique Díaz, un hermano del director jurídico del gobierno estatal encabezado por Mariano González Zarur.
El propio congreso le otorgó a Díaz el premio “Lira” el pasado verano; a pesar de hallarse empeñada la LX legislatura en combatir la trata de blancas. Al fin de dimensionar el asunto, conviene tener presente que Tlaxcala ha ocupado desde hace varios años un sitio destacado entre las entidades de la república por el fenómeno de la “trata de blancas”, una forma de esclavitud sexual.
Paradójicamente, los diarios de la Organización Editorial Mexicana (OEM), propiedad de la familia Vázquez Raña, firmaron el pacto ético de medios consistente en no difundir los mensajes del crimen organizado.
Entre los últimos cambios en el escenario mundial en relación a la prostitución, hace semanas el gobierno francés hizo de dicho “oficio” un delito imputable lo mismo a quien vende su cuerpo que a los clientes.
ANUNCIOS
En el capítulo “Chicas” de su Anuncio Clasificado de ayer miércoles, El Sol de Tlaxcala hizo llegar a las familias tlaxcaltecas los siguientes promocionales (hemos suprimido los números telefónicos):
“América, accesible, te atiende las 24 hrs…”.
“Placer que se siente, Sofía te consiente, llámame…”
“Bonita, accesible, amable, cariñosa, te atiende, te consiente, llámame..”
“Exótica joven morena, 24 hrs., servicio garantizado…”
“Pao, encantadora, buen cuerpo, delgada, 24 hrs., buen servicio…”
“Melani, exxxtrema, vive tus inquietudes al máximo, 24 hrs…”
“Pam, golosa, cachonda e insaciable, 1x$350 2x$600…”
“Atrévete a complacerte conmigo, sexi, fogosa…”
“Diosa del placer, hace de todo, pruébame, 24 hrs…”
“Libra, bustona, buen cuerpo, 24 hrs…”.
Dada su popularidad, El Sol de Tlaxcala es llevado por numerosos padres de familia de nuestra entidad hasta sus hogares, donde el ejemplar suele hallarse al alcance de toda la familia, incluidos los niños y las niñas.
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