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Editorial…por Luis Villegas

CIVISMO: BYE.

Zócalo de Saltillo, Larednoticias.com y Tiempo. 18 de marzo, 4 y 19 de octubre de 2009. Las notas dicen así:

Inicia entrega de las Tarjetas de la Gente; lo pone en marcha Javier Villarreal. […] El programa Tarjeta de la Gente fue puesto en marcha ayer por el secretario de Finanzas del Estado, Javier Villarreal Hernández, quien anunció que en la ciudad de Monclova se repartirán a miles de ciudadanos de bajos recursos con 200 pesos electrónicos cada una”.[1]

En voz de la única mujer en dicha grupo parlamentario, los diputados azules rompieron lanzas, cuestionaron con inusual rudeza al mandatario estatal y dejaron advertido que ese será el tono futuro. […] Esa posición de los diputados quién sabe si la comparta la dirigencia estatal y su Presidente, Cruz Pérez Cuéllar, quien estuvo en primera fila escuchando el informe “masivo” del Gobernador en la ciudad de Chihuahua…y en Juárez también”.[2]

No era mi asesor el panista acribillado en Juárez: Cruz Pérez Cuellar. Cruz Pérez Cuellar, presidente del PAN, confirmó que José Carlos Maynez trabaja en el poder legislativo y es militante panista, pero descartó tener trato con esa persona la cual fue baleada en Juárez”.[3]

1.- Este fin de semana anduve de “pata de perro”. No fue no más así, al ahí se va. No señor. Fui a Coahuila. A la elección de ayuntamientos.

2.- Bien me lo pude haber ahorrado. Sufrí por todos lados (y sigo sufriendo, pues hasta una infección intestinal pesqué con unos tacos sabrosones y callejeros). Peso 3 kilos menos y traigo un color amarilloverdoso muy mono.

3.- Yo que fui con espíritu no tan aventurero (me veía en Torreón o en Saltillo), me trasladé a un Municipio de la zona carbonífera: Sabinas. En él, me tocó vivir la experiencia inédita en mi vida de que una de las mayores preocupaciones de la gente -del PAN, ¡oh! my God-, a las ocho y media de la mañana, era que no se había echado sus taquitos de barbacoa (por eso no salía a votar). Sin olvidar, claro, que uno de los incidentes más delicados hasta las 9 de la mañana era que en la sección fulana de tal no había cocas chiquitas.
4.- En efecto, como en Coahuila el “acarreo” no está prohibido ni penado, con singular alegría tirios y troyanos le estuvimos pegando duro a ese modus operandi. A lo más que llega la legislación coahuilense, es a sancionar, en el Código Penal, artículo 265, fracción XI, la coacción a la reunión y traslado de votantes; así, será sancionado quien “obligue a la reunión y al traslado forzado de los electores a las casillas el día de la elección”. Es decir, se castiga la coacción a trasladar, no el traslado mismo.

5.- Es como en el caso de la prostitución y el lenocinio; se sanciona al promotor de esta antiquísima y guapachosa actividad, no a quien la ejerce. Pues igual allá con el asunto del “acarreo”.

6.- A mí  no me había tocado antes, que conste; así que no sé qué decir ni qué pensar en una competencia donde todos, todos, andábamos preocupados de llevar y traer a la gente a votar. Del civismo ni hablar, se fue para otros rumbos en plena jornada electoral.

7.- La gasolina y las tarjetas telefónicas fueron insumos importantes, por no hablar de las cazuelotas de barbacoa que, por cierto también, evito como a la peste porque por lo general ¡ay! es de borrego y a mí la que me gusta es la de cabeza (sin albur).

8.- El PRI, claro, nos llevaba una ligera ventaja pues además de la gasolina, tarjetas y barbacoa, repartió menudo. Y no es lo mismo, oiga usté: El chilito, la cebollita, el limoncito, el orégano y ese océano caldoso y picosito pautado por las ínsulas del pozole y la pancita.

9.- Claro que la otra ligera ventaja también pudo deberse al Programa “Tarjeta de la Gente”, mismo que mensualmente reparte 200 pesos entre las personas de más escasos recursos económicos.

10.- O tal vez fuera al priísmo irredento y militante de las autoridades electorales.

11.- O será también que en esto de hacer cochinadas el PRI nos da 20 y las malas; competir en su propio terreno, a partir de prácticas antidemocráticas o delictivas jamás nos puede llevar a nada bueno.

12.- El asunto aquí es que con acarreos legales o programas de gobierno inmorales el PRI arrasó, como va siendo costumbre en este dolorido Estado. Incluso se ha dado el lujo (las pasadas elecciones para diputados fueron un ejemplo de ello, de llevarse el “Carro completo”: 20 de 20 distritos). Esta vez le falló poquito y nada más ganó en 34 de 38 municipios; ¡ah!, pero eso sí, se llevó todos los “grandes”: Saltillo, Torreón, Monclava, etc.

13.- Para allá vamos en Chihuahua. El PRI de Chihuahua es tan fuerte como el de Coahuila si no es que más; el Gobierno actúa en la total impunidad; y las autoridades electorales (IEE y TEE) están completa y totalmente sometidas a los designios del priato.

14.- Para colmo, los partidos no funcionan. Sus dirigencias cuando no están en franca colusión con el Gobierno, andan como títeres sin cabeza cada cual para su rancho, detrás de las bolsas millonarias en juego. O asistimos al triste espectáculo de las declaraciones insulsas, idiotas o inverosímiles.

15.- Todo esto es resultado de un imparable deterioro de las instituciones. El juego democrático y el -teóricamente- respetable quehacer político, rebajados a su mínima expresión por una caterva de rufianes.

16.- Pero estamos en tiempo; aún es posible hacer algo. Procesos internos democráticos y transparentes (que no copien ni remeden los modelos priístas, donde no voten muertos ni ausentes); posición clara, firme y congruente frente a las mentiras, excesos y abusos de poder de su Majestad, el ínclito señor Gobernador, licenciado, don José Reyes Baeza Terrazas (¡Ra-ta-ta-ta-ta-ta-tá!), ¡Gulp!; identidad con las causas ciudadanas; una administración eficiente y diáfana de los recursos del Partido, son algunas de las tareas por hacer. De lo contrario, como dice el refrán: “Cuando veas las barbas del vecino cortar, pon las tuyas a remojar”.


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