Camargo.-Con relación a un caso planteado días atrás por una madre de familia de una escuela secundaria de la ciudad en el sentido de que su hijo había sido reprendido por usar bigote, el director de la secundaria técnica 35 Jesús González Almuina comentó que las escuelas pueden normar conductas pero no cuestiones hormonales, emocionales o cualquier aspecto que tenga que ver con los intensos cambios que los adolescentes enfrentar en este edad.
“Al iniciar el ciclo, los padres conocen y analizan el reglamento interna que consigna entre otras muchas cosas aspectos como características del uniforme, aspecto de los alumnos como el tipo de corte de cabello, maquillaje, perforaciones, tatuajes y comportamiento en general. Al final, los padres firman el documento y asumen las normas”, explicó el directivo.
No obstante, en lo referente a cuestiones como bigote, chicas embarazadas, aspectos relacionados con la salud física y mental, son situaciones que se tratan en lo particular y que de ninguna manera deben influir en la secuencia educativa, concluyó.
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