Desde el exilio…por Amoz Mercado
–PARA AQUELLOS QUE LE LLORAN A EL TRONO DE MEOQUI–
Me quedaban unas monedas en el bolsillo y no había comido aún, eran las 3 de la tarde, cuando mi fiel ayudante respingó: tengo hambre necesito comer algo.
-Lo volteo a ver y me doy cuenta apenas puede el cajón de la herramienta,
-Me detengo y compro dos raquíticos lonches, el primero lo devora de inmediato, volteo y antes de darle la primera mordida, me detengo y se lo entrego,
-Y el me dice: ¿y usted ?
-Le contesto: “a veces el rey para poder ser rey tiene que ser cruel consigo mismo.
-“Luego devolviéndome el lonche me dice: ¿que es un rey sin súbditos y que es un pueblo sin rey?
y así compartimos lo poco que teníamos.
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