Derriban el histórico salón Hidalgo
—Por Jesús C. Aguirre Maldonado (Texto y Fotos)—
Delicias.- Durante la mañana de este martes 12 de febrero inició el derrumbe del Salón Hidalgo que data de 1860 debido que se cayó una de las paredes, por lo que le metieron el “mano de chango” y maquinaria pesada, ante la mirada atónita de los vecinos, ya que dicho bar, que contaba con sus propias habitaciones antes fue un centro de reunión de políticos y comerciantes, comentó el señor Daniel Villa Arroyo, quien fue cantinero en los años 1954 y 1955, trabajando a las órdenes del entonces dueño, Alfredo Valenzuela.
Daniel Villa Arroyo dijo que en dicho salón había reservado de cuartos y cuando el trabajó el dueño era Alfredo Valenzuela, quien fue su patrón, y después lo tuvo Jaime Acosta Valenzuela.
Como cantinero el señor Villa trabajó en los años de 1954 y 1955, mencionando que tocaba en aquellos años una típica, que venía siendo música de cuerda, muy apreciada, que venía de Torreón, a la que no le cobraba renta.
Recuerda que en el salón hubo bodas, pero que habían también unos músicos que andaban promoviendo un sindicato y les dijo don Alfredo Valenzuela que si se asociaban en dicho sindicato que ahí no se pararan y entonces metería una radiola.
Dice que se reunían políticos, de esos que se van y ya no vuelven, y se suelta riendo.
A sus 84 años de edad, Daniel Villa Arroyo, muy bien conservado, menciona que en aquellos años que no había luz los reservados de la cantina eran para matrimonios y se llenaba, en aquellos años en que había muchos músicos de cuerdas y también por esos años en que él fue cantinero vino a las ferias de San Pedro y San Pablo el ídolo guanajuatense José Alfredo Jiménez.
“Había muy buenos músicos de cuerda y grandes tríos, muy buenos, como en el que figuraban el IndioBaeza, Maximiliano Posada, Arturo Durán y Arturo Álvarez, además estaba también Rosario Álvarez, quien era la mejor cantante de la época , a quien le gustaba cantar El Herradero. Había mucha lana, cuando estaba en su apogeo la cosecha de algodón, en la llamada Fiebre del Oro Blanco”, recuerda el señor Villa.
Asegura que en aquellos años que trabajó de cantinero en el Hidalgo el Fundador, un vino español se vendía la cuba libre en un peso y la cerveza como a70 centavos. Estaban la Carta Blanca, la Austriaca y la Cruz Blanca que se fabricaba en Chihuahua. En aquellos años, señala, que no había Caguamas.
Encontradas versiones hubo al verse la maquinaria derribando la pared dañada, ya que mientras unos señalaban que sería derribado en su totalidad, esta construcción de puro abode, otros mencionaron que solo la pared dañanda.
Ya por la noche de este martes el salón de veía al descubierto, con su vieja barra, un cuadro con una cabeza disecada de borrego cimarrón y sus “arriscados” cuernos, en tanto que un vecino del lugar mencionaba que solo se derrumbó la pared dañada y que se va a volver a edificar esta, ya que el Salón Hidalgo es parte de la historia no solo de Meoqui, sino de la región.
jesusaguirre25@hotmail.com
Últimos comentarios