Delicias.- Omar Alejandro González, policía estatal deliciense de 32 años de edad que trabaja en Chihuahua capital venía dormido cuando ocurrió el accidente, mientras que Enrique Ángel Fierro Lara, de 66, destacó “los que vivimos es un milagro”. Ellos solo resultaron policontundidos, se encuentran recuperándose en el Hospital Regional Delicias y son visitados por sus respectivas familias, quienes están al pendiente de su estado de salud.
Enrique Ángel Fierro Lara señala que “casi venía lleno el camión. Yo soy de la colonia Terrazas, pero originario de Chihuahua. Venía de Chihuahua pero siempre me bajo en Delicias. Si nomás vengo pegado a la ventana no la cuento”.
Agrega: “el tren nos dio una revolcada tremenda”, luego interviene durante la entrevista su señora esposa, María del Pilar Rodríguez, quien señala que su esposo aún traía los vidrios del camión.
Don Enrique destaca que él si vio el tren que venía y quizá el chofer no lo vio, por lo que no se explica qué pasaría, ya que no recuerda nada y los paramédicos fueron quienes lo sacaron del camión.
Vuelve a intervenir su señora esposa asegurando que el traumatólogo ya lo dio de alta, pero que a su señor aún le duele la cabeza y la noche de este martes no se podía mover, además de que según una persona del Gobierno que llegó al hospital, esta dijo que el camión no tenía seguro.
Don Enrique, quien tiene tres hijos, se dice muy adolorido al tiempo que muestra las heridas en su mano, codo y uno ojo bastante hinchados.
Por su parte Omar Alejandro González, con un collarín en el cuello asegura que él no se dio cuenta de nada del accidente, ya que venía dormido y de hecho siempre duerme durante el trayecto de Chihuahua a Delicias, pues allá trabaja como policía estatal.
Presente en el hospital algunos de sus familiares, su señora esposa y la niña de ambos mencionó que nada le dolía, hasta que lo sacaron del camión.
La señora del policía menciona que ella se dio cuenta del accidente, ya que lo estaba esperando en la oficina de los Rápidos Delicias, pero como era tarde y no llegaba intuyó que algo malo había pasado.
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