Los indebidos procesos…por Aída María Holguín
Los indebidos procesos.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), emitió una recomendación al Gobernador de Chihuahua, César Horacio Duarte Jáquez, sobre la indebida procuración de justicia en el caso de Marisela Escobedo Ortiz.
Un simple número, en este caso el 44/2013, marca la gestión de Duarte Jáquez, pues con ese expediente, la CNDH ha dejado en evidencia la falta de ética y compromiso de las autoridades del estado de Chihuahua en materia de impartición de justicia.
En resumen, la Recomendación que César Duarte ha recibido por parte de la CNDH, es por la “la indebida procuración de justicia en agravio de la defensora de derechos humanos Marisela Escobedo Ortiz y tres personas víctimas y ofendidas del delito”.
Entre muchas otras cosas, el documento señala que hubo una importante omisión, ya que la Fiscalía se negó a considerar como principal línea de investigación a la persona que la propia Marisela denunció -tres meses antes de su asesinato- por haberla amenazado de muerte.
Por más que César Duarte se sienta orgulloso de que el supuesto asesino de Marisela esté “tras las rejas” -y que hasta lo traiga dando conferencias en las escuelas-, la CNDH ha dejado claro que las investigaciones realizadas por la Fiscalía para procurar la seguridad de la activista -y posteriormente para esclarecer su asesinato-, dejan mucho que desear por no haber hecho todo lo necesario para esclarecer un suceso, que como muchos otros, pudieran haberse evitado.
Es así, como en un documento de 25 hojas -que contiene 8 recomendaciones-, la CNDH demuestra que la manera en la que en Chihuahua se imparte justicia, carece de credibilidad ya que las investigaciones no agotan todas las posibilidades, o se hacen de forma inadecuada.
De acuerdo al párrafo 115 de dicho documento, “esta actitud omisa por parte de las autoridades de la Fiscalía General del estado de Chihuahua evidencia una falta de compromiso con la cultura de la legalidad, así como una efectiva protección y defensa de los derechos humanos.”
Total que en menos de dos semanas, el Gobierno de Chihuahua ha recibido dos recordatorios de que los errores que comete la autoridad, también se pagan.
Y es que no podemos olvidar, que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ha dejado evidencia de otro proceso ilegal, ordenando la libertad inmediata de Israel Arzate Meléndez, presunto asesino de 15 jóvenes en Villas de Salvárcar de Cd. Juárez en el año 2010. En este caso, el indebido proceso consistió en haber sido detenido ilegalmente por elementos del ejército y el uso de métodos de tortura para obtener su confesión.
Es necesario precisar, que la SCJN no declaró inocente a Arzate; simple y sencillamente ordenó su libertad por un proceso ilegal; por lo que el caso queda en total incertidumbre, dado que en realidad no sabemos si es culpable o no.
Ante este segundo caso, la primer estrategia gubernamental -a través de muchos medios de comunicación-, fue la de tratar de tapar su error señalando que se dejó en libertad al responsable de la masacre de Villas del Salvárcar. Dicho en otras palabras, declarándolo culpable sin aceptar que si está libre, es por el indebido proceso.
La segunda estrategia, son las “patadas de ahogado” que está dando el Gobernador Duarte al culpar a los sexenios anteriores, por haberle dejado herencias políticas y penales.
Si bien es cierto que el caso Arzate viene de la administración inmediata anterior, también es cierto que el caso de Marisela Escobedo sí corresponde a la administración de César Duarte. Marisela fue asesinada frente a las puertas del Palacio de Gobierno cuando él ya era Gobernador. Si no lo recuerda, ahí hay una placa que le puede ayudar a recordar.
Con lo sucedido en estos dos casos, queda muy claro que de nada sirve que Chihuahua haya sido pionera en la implementación del Nuevo Sistema de Justicia Penal, ya que contrario a la aplicación de la justicia, se han cometido injusticias y violaciones a los Derechos Humanos.
En esta ocasión, finalizo con lo dicho alguna vez por el científico español, Emilio Muñoz Ruíz: “En la investigación, es incluso más importante el proceso, que el logro mismo”.
Aída María Holguín Baeza
Correo: laecita@gmail.com
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