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Marihuana vs. alcohol: ¿cuál es la peor droga?

En el correr de los últimos meses, tras la innovadora legalización del cannabis en Uruguay y las Marihuana-vs-alcohol-cual-es-la-peor-drogarecientes declaraciones de Barack Obama sobre la marihuana, en la red fuimos bombardeados por todo tipo de información, opiniones, debates e interrogantes acerca de la marihuana. Una de las proclamas más frecuentes que nos encontramos era la que aseguraba que el alcohol es una droga mucho peor que la marihuana, seguro la has escuchado, ¿verdad? Ahora bien, ¿es esto realmente cierto? ¿Existe algún tipo de evidencia? Analicemos un poco la cuestión y veamos si el alcohol es peor que la marihuana realmente.

¿El alcohol es peor que la marihuana?

Todas las drogas son malas y todas, en mayor o en menor medida, a corto o a largo plazo, provocan inconvenientes, problemas de salud y numerosos riesgos. Esto es algo indudable, irrefutable e imposible de negar, que no quepan dudas. Lo cierto es que si bien hablar de las drogas no es algo sencillo, hacerlo es de vital importancia, ya sea para informarnos y aclarar tanto las dudas como los innumerables mitos al respecto, como para prevenir los problemas que estas generan y hasta para saber cómo actuar ante ellas.

Existen muchísimas drogas, comúnmente clasificadas en blandas y duras (de acuerdo al grado de adicción que generan en el organismo), con diversos efectos y con distintas consecuencias. Sabiendo que cualquiera de ellas termina con efectos negativos y peligrosos en la vida de las personas, resulta peculiar categorizar a una como “peor” que otra, pero si se miden parámetros como los recién mencionados, como el grado de adicción, los efectos en la salud (física y mental) y especialmente las consecuencias del consumo, más que posible, la clasificación es evidente y efectivamente sí, el alcohol es peor droga que la marihuana, pero con mucho a considerar.
Comparando las drogas…

La marihuana y el alcohol son drogas en toda su definición y pese a su toxicidad, ambas se emplean con fines recreativos, pero ¿está bien comparar estas drogas? Pues lo cierto es que compararlas también es bastante complejo: una tiene un uso legal prácticamente en todo el mundo, su consumo se relaciona con la muerte de más de 2.5 millones de personas al año a nivel mundial (de los cuales 320.000 son jóvenes de entre 15 y 29 años) y los problemas relacionados con la violencia que tiene como consecuencia es una de las grandes problemáticas de su consumo, tanto a nivel individual como familiar y por ende, social; la otra es ilegal en una amplia mayoría, no existe evidencia alguna que pueda relacionar su consumo con muertes y sobre todo, su estudio se encuentra aún en pañales.

Existen numerosos estudios e investigaciones científicas sobre los efectos del alcohol en la salud que son de alta rigurosidad, mientras que los pocos que existen sobre la marihuana apenas son comparables. Por ende, la comparación no es fácil y aún queda mucho por delante. No obstante, compararlas no es imposible y teniendo en cuenta todas estas aclaraciones, desde los datos certeros con los que hoy se cuenta, se pueden mencionar los factores que veremos a continuación para determinar qué droga tiene peores efectos en la salud, el consumidor y la sociedad.

Comparación: consecuencias del alcohol y la marihuana

A corto plazo, el consumo de alcohol puede provocar la muerte de un individuo o inducir un coma etílico, mientras que no existe riesgo de muerte en el consumo de marihuana. El organismo presenta varios problemas para metabolizar el alcohol, como lo vimos en entregas anteriores sobre el alcohol y sus efectos en el cuerpo, esta sustancia afecta varias zonas del cerebro. Más precisamente, la corteza cerebral, el cerebelo, el hipotálamo e hipófisis, el bulbo raquídeo y la médula. Como resultado, el cerebro puede volverse incapaz de poner en funcionamiento las áreas que se encargan de la sobrevivencia.

En el caso de la marihuana, las partes afectadas del cerebro son las neuronas (las células que procesan la información en el cerebro) y los neurotransmisores, pudiendo llevar a la muerte de grandes cantidades de neuronas por el THC. Sin embargo, no existe registro sobre muertes directamente relacionados con la marihuana, su consumo o una sobredosis, en contraposición a los cientos de miles que sí existen por alcohol, ni hablar del tabaco: existen 6 millones de muertes relacionadas con el tabaco cada año a nivel mundial.

Justamente, al igual que el tabaco, la marihuana se fuma y por ende, además del cerebro, el consumo de marihuana afecta el sistema respiratorio y cardiovascular. Durante este consumo aumenta la frecuencia cardíaca y la presión arterial, aunque otra vez, no existe registro de muerte o riesgo de vida en este caso, pero sí con el alcohol. Otros órganos afectados por el alcohol de forma inmediata son el corazón, el estómago, el hígado y el sistema reproductivo. Además, es sabido también que existen más posibilidades de que el alcohol vaya a interactuar con otras drogas, como medicamentos y fármacos, que con la marihuana.

La desinhibición que provocan ambas drogas en el individuo pueden llevar a diversos otros riesgos que hacen peligrar la integridad física tanto del consumidor como de quienes rodean. Conducir o mantener relaciones sexuales sin protección son los dos resultados más comunes y negativos que tienen dentro de este punto.

A largo plazo, las consecuencias del consumo de alcohol son otra vez mucho peores que las del consumo de marihuana. Las del alcohol son bien conocidas por todos, un enorme paquete de condiciones mortales: enfermedades hepáticas, fibrosis de hígado, diversos tipos de cáncer, entre otras, pero además están los más evidentes, que la OMS menciona como muchos de los problemas sociales graves y de desarrollo, como la violencia, el abandono infantil, el abuso y el ausentismo en el lugar de trabajo.

En el caso de la marihuana siguen faltando estudios, pero hasta ahora se ha comprobado que realmente interfiere con las conexiones que se realizan en el cerebro a largo plazo. Al ser fumada, se corren riesgos de contraer enfermedades pulmonares y daño en regiones del sistema respiratorio, las funciones cognitivas se deterioran, afecta la memoria inmediata, la coordinación, el aprendizaje y la capacidad para resolver problemas. En personas con trastornos psicológicos y psiquiátricos, está demostrado que puede generar consecuencias peores, acelerar el desarrollo de esas enfermedades y sus efectos.

No existe evidencia científica de que genere problemas a nivel social, como sí existe con el alcohol. En este punto en particular, lo que sucederá en la República Oriental del Uruguay con la legalización del Cannabis, en una suerte de experimento social, será fundamental y primordial en este sentido. Finalmente, queda mencionar que otra de las cosas que también se han podido comprobar desde las ciencias es que el alcohol es más adictivo que la marihuana: genera 3 veces más dependencia, es 6 veces más difícil dejar de consumir, se tolera 4 veces más y es 3 veces más tóxico que el Cannabis o la marihuana.

En conclusión: el alcohol es una droga mucho peor que la marihuana, afecta el organismo con mayor gravedad que la marihuana, sus efectos a corto y largo plazo implican mayores riesgos tanto para el individuo como para la familia y la sociedad, el alcohol es más adictivo que la marihuana y lamentablemente, es de las más aceptadas a nivel mundial. No está demás reiterar que pese a ello, ninguna de las dos es saludable, sino todo lo contrario. En gran medida, la falta de estudios científicos acerca de los efectos de la marihuana incide en la conclusión.

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