Recientemente escuche a un docente quejarse sobre sus alumnos, no sé con precisión de que escuela, de que grado, ni de qué edad, solo escuche que el docente en cuestión mencionaba que el grupo era pésimo en todos los aspectos, que no cumplia con tareas, que eran indisciplinados, que ya no sabía qué hacer con ellos, que él cito a los padres de familia para hacerles saber de la problemática, mencionó también que se requería la presencia de los directivos en las aulas y concretamente del subdirector académico.
Ante esta problemática otro docente manifiesta que se debe aplicar el reglamento a “rajatabla” que se aplique una política de “cero tolerancia”, mencionó otro docente, uno más manifiesta que en reunión de padres de familia estos también solicitaron lo mismo; otros se fueron un poco más allá diciendo que el plantel debe realizar “selección de alumnos”; otro mencionaron que se deben tomar en cuenta los programas de apoyo impulsados por la SEP y la Subsecretaría de Educación Media Superior, tales como el SIAT, sistema de alerta temprana, otro más que los tutores cumplan realmente con su función y apoyen a los docentes; otros que se les dé mayor apoyo a los alumnos por medio del programa construye t, en fin todos los reunidos llegaron a las siguientes conclusiones:
1.- Los funcionarios de la SEP, la SEMS y la Dirección General correspondientes al momento de hacer programas no saben la realidad de los planteles, que vengan y se enfrente a la problemática.
2.- Que el problema es de todos, incluyendo a padres de familia, alumnos, maestros, prefectos y directivos, que el maestro solo no puede con el paquete y por tanto solicitan autorización del cuerpo directivo para eliminar “la fruta podrida”
3.- Plantearon también la necesidad de que en la conformación de grupos, estos no fueran homogéneos, sino que se dividieran los alumnos en tres grupos; los de mayor capacidad, los de capacidades medias y los que no tienen capacidad (Ojo se habló de capacidades no de indisciplina)
No sé qué más siguieron hablando al respecto sobre la aplicación de reglamentos y otros asuntos afines; por motivos de trabajo fue necesario que me retirara a cumplir mis funciones, pero en mis 36 años de servicios vengo escuchando las mismas versiones y siempre se llega a la misma conclusión “Es necesario eliminar a la fruta Podrida”; es necesario “hacer selección de alumnos de Nuevo Ingreso”.
Hoy ya estando en casa me puse a reflexionar al respecto y me pregunto lo siguiente:
1.- Al hacer selección de alumnos, se entiende que se quieren alumno de mayor calidad académica para que el docente no tenga dificultades con el proceso de Enseñanza – aprendizaje, de tal manera que si el alumno seleccionado llega con un promedio de 8, 9 o 10 será un alumno de buena calidad y es precisamente aquí donde planteo mi primera duda, si el alumno llega ya con buena calidad entonces ¿cuál será la función del docente? ¿Dónde está el valor agregado que le dará a la formación? Cuando mucho es valor agregado será de dos puntos, por lo cual si yo fuera el directivo responsable de decidir no admitiría esta propuesta.
De igual manera la propuesta de la conformación de grupos por su grado de capacidad también me sonó a otro disparate; eso de etiquetar grupos no es nada bueno, eso es discriminación y con lleva a otro tipo de situaciones, donde en primer lugar buscar a los docentes adecuados para atender a cada grupo de acuerdo a sus capacidades; esto plantea que también tenemos maestros de primera, de segunda y tercer categoría, donde normalmente los grupos más difíciles para atender son precisamente los de menos capacidades y en ellos ubicamos a los maestros del tercer nivel, es decir a cada quien con su cada cual. Y ante esto me pregunto ¿el IVA educativo que se logre en este tercer nivel será mayor al que se logre en el primer nivel? Y mi respuesta es positiva, entonces ¿los docentes del tercer nivel están más capacitados que los de primer nivel que máximo otorgan un IVA educativo de 2 puntos, en tanto que los de tercer nivel pueden otorgar hasta 4 puntos?
En fin de las dos alternativas propuestas en lo particular yo no aceptaría ninguna de las dos; considero que antes de tomar decisiones, tanto los directivos, docentes, prefectos, tutores, etc., deberían reflexionar un poco sobre su deber ser, sobre sus funciones y su compromiso social.
Considero además que por el solo hecho de suponer que el alumno o los alumnos tienen problemas por provenir de hogares disfuncionales, por no tener para alimentarse, trasportarse, para vestir, para rentar una computadora etc., esos no son motivo suficiente para “eliminar la fruta podrida”, se requiere algo más para dar “el gran paso”, se requiere una investigación oportuna de las causales, para determinar con más precisión cuales son estas y poder determinar cuáles de ellas están dentro del ámbito de lo escolar, cuáles de lo familiar, cuáles del entorno. Y entonces sí, buscar “alternativas de Atención y no de solución”, es decir, Una vez que se realice la investigación ver en qué aspectos, como institución, como docentes podemos intervenir antes de eliminar la fruta podrida, bueno eso opino yo.
Desde mi punto de vista, las frutas podridas son las que dan mayores satisfacciones, alagan al desempeño, Glorifican al maestro, el hecho de rescatar alumnos es un reto que como docentes, como directivos o simplemente como empleados de educación debemos enfrentar, pero no de manera aislada, sino de manera conjunta, con la suma de voluntades y actitudes, recordemos que ninguna sola tarea se realiza en forma aislada, que en la sociedad todos los aspectos están concatenados, todos están unidos y en tal sentido dejar la tarea a un solo ser, es reprobar, se requiere por tanto la suma de voluntades y estas dependen de cada uno de nosotros por ello se requiere unir Oportunidad con voluntad ya que la suma de estas dejan mayores utilidades
Si nos ubicáramos en el mundo del trabajo (la educación también es trabajo) dirían los industriales vinícolas, las empresas refresqueras, los elaboradores de dulces, que la fruta podrida deja mayor utilidad que la fruta fresca; la fruta fresca tiene más valor comercial que la fruta podrida, y se pueden elaborar diferentes productos a partir de esta última, pero para ello se requiere invertir tiempo, dinero, esfuerzo y la suma de capacidades para lograr la transformación.
Así por ejemplo de la Fruta Podrida podemos elaborar una deliciosa sidra por la fermentación de la manzana, o un delicioso Ate de manzana, o un refresco de manzana y que decir de las mermeladas y demás variedades de dulces, entonces aquí nos damos cuenta que la fruta podrida requiere nuestra atención antes de desecharla; retomando lo educativo, tal vez el alumno por problemas familiares, económicos, sociales y hasta religiosos no pueda concluir su educación “preparatoria”, pero si le echamos la mano dentro de nuestras posibilidades podremos tener nuestro mayor logro un ciudadano de bien y aquí el IVA educativo no va de 4 o menos puntos, nuestro IVA Educativo se eleva a 10 puntos y en tal sentido en una mayor satisfacción para la Institución que prepara estudiantes para la “Vida y el éxito” así que la recomendación es no tirar la fruta podrida a la basura, sino buscarle alternativas para que la sociedad la utilice de la mejor manera dándole oportunidad de ser una alternativa productiva y no abono o lombricomposta para alimentar a la sociedad del mal, a la delincuencia organizada, piénsalo de esta manera y te darás cuenta que si bien es cierto, NO TODOS NACIMOS PARA SER PROFESIONISTAS, también es cierto QUE NO NECESARIAMENTE EL NO PROFESIONISTA DEBA DEDICARSE A LA DELINCUENCIA, De tal manera viéndola ya más simplemente concluyo con una interrogante ¿Qué pasaría si en la sociedad todos estudiáramos y llegáramos a ser profesionistas? Quien destaparía el caño del drenaje, quien bolearía nuestros zapatos? Quien construiría casas? Quien repararía tu auto?
Bueno así opino yo
Pedro Marín Uribe
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