Las calaveras de Rosales
Por Luis Camacho
La Muerte llego a Rosales Y entro a la presidencia Iba buscando aviadores Pero andaban de paseo Al mar se habían ido todos Y hasta se llevaron al más feo Porque ahora quieren ser buceadores Para saber mejor Menearlo todo Por debajo del agua.
Ahí en la entrada Como siempre estaba Miguelito Dígame a donde se dirige Srita Yo le indicare el camino Y mientras eso amable le decía Don Miguel le observaba las caderas.
Me dijeron que el tesorero Por seis meses fue aviador Ahora dicen que el municipio Por ahí tiene un agujero Por lo pronto bien dispuesto Viene tras de mi el enterrador Y pobre de el si conmigo Intenta pasarse de listo Siguiendo las instrucciones de ilustre miguelito Llego a tesorería y a Verito Pregunto como no la conocía Fue muy fría Y no le dio la información Que la flaka le pedía.
Se dirigió a Obras Públicas Donde solo la ignoraron Pues ahí todos trabajaban Pues su sueldo estaban desquitaban Se fue de ahí y llego a Fomento Económico Donde encontró a Yeto Con los ojos llenos de lagrimas Intrigada la calaca le pregunta ¿Por qué lloras? Es que no esta al “inge” Bueno Y lo extraño a todas horas.
La muerte desconcertada Por el llanto del buen Yeto Se fue caminando la Flaka Y mientras caminaba Afilaba su guadaña y se dirigió a Oficialía Y encontró a Angélica mientras madres repartía Echando madres y regañando Y le dijo la calaca Me caes bien por cabrona y echona Te daré chance esta vez Nada más que, en tu lugar Dime a quien me llevare Dijo llévate al cartero El conoce a todo el pueblo Y te servirá de mensajero Luego paso por Catastro Donde saco su guadaña Y toco la puerta Después de unos segundos Aquella puerta se abrió Una gran sonrisa fue Lo primero que ella vio Y encontró precisamente Al titular que en esos tiempos Era era el “profe” Mario El trato de convencerla Con un lonche y un refresco No me lleves al panteón Mejor llévate al cuatito Yo no te serviría dicen que soy un webón Como quiera si se entienden Hasta tienen un chamaquito Mira, Mario no seas terco Con un lonche y un refresco Solo alcanza para enviarte A un lugar donde tu estés Muy cerquita de Lupote Con paciencia la Catrina Lo esperaba en su Oficina Y por cierto que Zoraida Secretaria del alcalde Por tratarse de la Muerte Le dio el paso amablemente Para seguir chateando Con quien escribe en este espacio.
Encontró la Muerte a Don Tarcisio En el sillón del presidente Y le dijo la calaca Mira yo se que tu solo eres el suplente Y que cobras otro sueldo Quésque porque eres policía Eso mesmo me dijeron Horita que fui a Oficialía.
Don Tarsicio muy molesto Le dijo a la catrina A mi me llevas pura maquina Yo no soy el presidente El se fue pa a las “Vallartas” Se llevo a su gabinete A dos buenos servidores Y muchos de malas mañas Yo solo se que regresa hasta mañana.
A las “Vallartas” se fue la Muerte Como índico Don Tarcisio Subió al “Avión Presidencial” de Rosales Y en menos de dos horas los localizo Tomando el sol en la playa.
Al primero que encontró entre la gran multitud fue al más deseado de todos los la región.
Llego y le dijo: Vengo a cobrarte “chiquito” Una deuda que tienes con un amiguito No creas que porque esta chaparrito Olvidara ese dinerito Salda esa deuda “lupito” Que tanto es pagar un poquito Ya no te hagas loquito Tal vez si pagas tus deudas en el cielo te hagan un campito.
Hazle el favor al Diablito Porque allá no encontraras lugarcito Al panteón no te llevare morenito Y no por que no quiera Pero no hay ahí para ti Espacio tan grande de tierra Que lo entierren parado!!! Grito un regidor Pero que no sea yo el enterrador Se fue la muerte de ahí no sin antes Saborear un tamal de la Ex hacienda Que a la playa Lupote había llevado Por ultimo le dijo la Flaka sin dientes Ay lupito siempre has sido “Generoso al convidar pero malo pa pagar.”
Encontró la Muerte a la jefa de comunicación Y por su nombre la llamo con atención Luego dijo con apuro Ahora si María Eugenia Ya nos vamos al panteón Ya estarás junto a Benito Olvida la comunicación A la una por ti llega una carroza No temas ya veras que allá en el infierno Hay pura gente que goza.
Paseando por la playa La Muerte al fin encontró al Presidente Bebía una piña colada Recostado y sin frío Había olvidado los problemas Que dejo en las manos del suplente Descansando recordaba De Rosales solo el río Sin saber que en la madrugada Les había caído una helada.
Al ver a la muerte el “chato” le dijo Deberías llevarnos Juntos a mí y al Ing. Bueno A ese lo dejare solo por un año más Ya que tiene sus razones Pa jugársela en las futuras elecciones La muerte se lo llevo sin siquiera decir pío En el panteón ahora ya esta El famoso “chato” López Y a su tumba el día de muertos Hasta Aimeé le lleva flores
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