En las últimas décadas, el cigarrillo de tabaco ha perdido la popularidad de la que gozaba en otras épocas. Fumar ya no es una fuente de prestigio social, cada vez se puede fumar en menos espacios públicos y algunos gobiernos han realizado esfuerzos por promover el abandono de este hábito.
Se ha multiplicado los tratamientos médicos disponibles y se han difundido decenas de estrategias para dejar de fumar. Recientemente, los científicos encontraron una sustancia que puede servir para desarrollar un nuevo tratamiento contra el tabaquismo. Veamos de qué se trata.
Los hongos mágicos contra el tabaco
Según los médicos investigadores de la Universidad John Hopkins, ciertas dosis de hongos alucinógenos pueden contribuir en el tratamiento del tabaquismo gracias a sus principales activos: psilocibina y psilocina.
Los investigadores administraron dosis moderadas y altas (entre 20 y 30 mg) a 15 pacientes en el entorno de los 50 años quienes habían fumado, en promedio, 19 cigarrillos al día durante 31 años.
La primera fue una dosis moderada, con un efecto de 6 a 7 horas, el día que el paciente planeaba dejar de fumar. Luego siguieron dos dosis más (más elevadas) a las 2 y 8 semanas. En total fueron monitoreados durante 15 semanas, a la vez que se sometían a una terapia psicológica especialmente planificada para pacientes que están intentando dejar de fumar.
Además de acudir semanalmente a una cita con un psicólogo, los pacientes llevaban un diario en el cual registraban día a día los momentos en que deseaban volver a consumir tabaco y cómo se sentían respecto a los efectos del tratamiento.
Los resultados
Luego de casi cuatro meses de seguimiento, los científicos observaron que en el 80% de los pacientes el tratamiento había sido efectivo. Más concretamente, 12 de los 15 pacientes lograron abandonar el hábito.
Según Matthew Johnson, responsable de la investigación, la tasa de efectividad del tratamiento supera ampliamente las tasas de ensayos similares para el tratamiento del tabaquismo. No obstante, si bien es una tasa elevada y muy prometedora, Johnson advierte que no es suficiente para comenzar a difundir el tratamiento.
Sostienen, además, que este tratamiento de ninguna forma puede ser autoadministrado, ya que es necesario un estricto seguimiento de cada paciente, así como un correcto planeamiento de las dosis necesarias.
Cada vez se investiga más sobre nuevas formas de luchar contra el tabaquismo, ¿será que hemos entendido que el tabaco es realmente dañino? ¿Será que finalmente hemos entendido que es más peligroso, incluso, que otras sustancias mucho más temidas?
Interesante, ¿no? Los científicos acaban de descubrir que una sustancia alucinógena y ampliamente considerada como peligrosa y destructiva, en realidad puede contribuir al abandono de un hábito tanto o más peligroso y destructivo.
¿Cuál es tu opinión? ¿Cómo crees que se puede abandonar éste hábito?
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