Durante muchos años los científicos se han preguntado por qué en los hombres la sexualidad es más agresiva que en las mujeres y si ese comportamiento tiene algún valor evolutivo. Estudios recientes de la vida de los chimpancés ha revelado que lo que parece simplemente una distinción entre sexos tiene también una importancia en el mantenimiento de la especie. Veamos pues qué relación hay entre los chimpancés y la agresividad sexual masculina, según la ciencia.
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Si observamos con detenimiento la dinámica de las manadas de chimpancés, veremos que hay machos violentos y machos menos violentos en su comportamiento sexual con las hembras. Resulta que aquellos que tienen una conducta sexual agresiva también engendran una mayor descendencia que sus congéneres pacíficos. Ello sugiere que la agresividad sexual es una ventaja reproductiva que se mantiene en la evolución pues es exitosa.
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Al parecer, la agresividad sexual no está directamente relacionada en los chimpancés con la dominancia grupal, pues dicho comportamiento más que en el coito, se manifiesta en momentos anteriores. Es una conducta de control sobre la hembra, que la atemoriza e impide que se escurra con otro macho de su elección.
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Los estudios llevados a cabo con los chimpancés revelan conexiones con la agresividad sexual masculina, lo que señala que pueden haber bases genéticas o evolutivas en este tipo de comportamiento. Aun así, los científicos no creen que ese aspecto sea una justificación a las conductas violentas.
De hecho, la sexualidad humana evolucionó de un modo totalmente distinto a la de los chimpancés durante siete millones de años. Los hombres establecen relaciones de pareja y desarrollan una serie de estrategias de seducción que contienen componentes psicológicos de gran complejidad. Los hombres violentos sexualmente no son la mayoría.
Sin embargo, sí es importante conocer cuáles son las raíces biológicas y evolutivas de las conductas humanas, incluso las más rechazables, de modo que podamos entender el lugar que tienen en el proceso y ayudar a la sociedad a encontrar nuevos caminos.
Ver también: Los humanos, ¿somos más orangutanes que chimpancés?
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Quien escribe estas líneas cree que los estudios con los chimpancés permiten ver los lazos naturales que existen dentro del reino animal hasta llegar a los seres humanos. La sexualidad masculina, si bien no violenta como norma, manifiesta ciertas diferencias con la sexualidad femenina, que se muestra más pasiva.
Pero, coincido plenamente con los científicos, el ser humano alcanzó un nivel de desarrollo cualitativamente superior y sus conductas, incluyendo las sexuales, van más allá de necesidades biológicas y reproductivas, y pasan por planos psíquicos y sociales de gran significación. Y tú, ¿qué crees sobre la relación entre los chimpancés y la agresividad sexual masculina? Piensa en ello.
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