Chihuahua, Chih.-Gerardo Ortiz, uno de los narco-cantantes que “libraron el corte” durante la pasada edición de la “familiar” Feria de Santa Rita Expogan, se vio involucrado en hechos de violencia durante uno de sus conciertos, al desatarse una balacera durante una de sus presentaciones la madrugada de antier, en Texcoco.
La escena grupera otra vez se llenó de terror luego de que se desatara el pánico en el concierto de Ortiz. Los hechos se dieron cuando el cantante interpretaba su tema “Aquí les afirmo”, un narcocorrido.
De acuerdo con información oficial, las detonaciones -presentes a las 3:30 horas- se debieron a una riña entre varios sujetos, provocando que el público corriera en todos los sentidos a fin de evitar una bala perdida.
Afortunadamente, al cierre de esta edición, no se reportaron ni heridos, ni fallecidos.
Tras el incidente, Ortiz interrumpió su presentación. Posteriormente, no comentó nada en sus redes sociales.
Un material grabado del acontecimiento ya circula en Internet y muestra el pánico infundido entre los espectadores, en tanto que el artista tuvo que suspender su presentación.
El concierto de Gerardo en Chihuahua llamó mucho la atención no sólo porque, muy al estilo de sus colegas en estos lares, “se brincó” la prohibición de interpretar narcocorridos durante su actuación, sino porque previo y después del evento fue custodiado por elementos del Ejército Mexicano.
Asimismo, después del concierto, a las afueras de la feria, varios jóvenes transnochados del palenque se liaron a pedradas, dejando afortunadamente sólo daños materiales. Se rumora que los ánimos comenzaron a caldearse desde el coso gallístico.
Días antes, el cantante fue amenazado con narcomantas en Tijuana, donde se presentaría posteriormente de Chihuahua, en las cuales se le advertía abiertamente que se abstuviera de interpretar un corrido dedicado al jefe de una plaza rival. Precavido, acató la recomendación como si se tratara de la autoridad en turno.
No es hecho aislado
Puede ser que la ejecución pública de los famosos narcocorridos en territorio chihuahuense sea una ofensa para una sociedad que en los últimos años ha sufrido con el flagelo del crimen organizado.
Y también puede ser que su prohibición no sea la panacea para acabar con esa mencionada pesadilla. Pero lo que sí se debe dar como hecho es que sus letras sirven para convertir en héroes a los villanos y de intentar corromper descaradamente a un sector de la juventud actual, invitándoles a tomar el camino de la ganancia fácil.
Asimismo, es también hecho probado que lo que pasó en Texcoco no es la primera vez donde se involucra un cantante de ese género con hechos violentos y lamentables como los de la madrugada de antier.
Hace casi un mes, un concierto del Komander en Monterrey provocó colateralmente un enfrentamiento a balazos en pleno estacionamiento del lugar donde el cantante se presentaba, dejó como saldo dos heridos y un muerto por decapitación.
El año anterior, Tito Torbellino, desprogramado de la Feria de Santa Rita de mayo (fue de los que no “libró el corte” junto con el grupo Voz de Mando), fue asesinado a balazos en Sonora un día antes de lo que hubiera sido su presentación en esta capital.
Asimismo acaban de cumplirse tres años en que varios hombres armados irrumpieron en un bar local disparando contra los integrantes de La Quinta Banda, asesinando a nueve personas.
El más reciente acontecimiento, antes del de Gerardo Ortiz, fue hace menos de dos semanas, en Parral, cuando agredieron a balazos al también cantante de corridos pesados Alfredito Olivas, en un hecho que destapó una serie de irregularidades por parte de organizadores y autoridades locales.
El Heraldo de Chihuahua
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