Ciudad Cárcel, Chihuahua, verano del 2015
Las protestas sociales, para algunos, son una muestra de la “buena” salud de una “democracia”, sin embargo, más bien es un síntoma de la descomposición de la misma. El inicio de la última decena de junio en Ciudad Juárez, coinciden dos marchas distintas con legítimas demandas: diversidad sexual y respeto a los derechos laborales.
Sexualidad sana igual a sociedad sana
El domingo 21 de junio se celebró la 11va Marchas por la Diversidad Sexual, organizada por diversas organizaciones por los derechos gays, lésbicos, transexuales, etcétera, es la viva muestra de una manifestación con convocatoria de miles (unas seis mil personas, según cálculos de l@s organizadores) y una aceptación social que dista mucho de la intolerancia religiosa de la Iglesia católica y la postura conservadora del Congreso del Estado de Chihuahua; la derecha pues, en su jugo, con toda su reacción.
Aquí es donde entra lo interesante del movimiento sexual: pone en jaque la superestructura al encarar sus “valores” y sobre todo, sus controles. Al dejar al descubierto las dos tendencias, la reaccionaria encaramada al poder, al pasado y aferrada a que las cosas no cambien; y la vanguardia sociológica de una realidad inocultable, como es la vida sexual, en pugna por su sobrevivencia e identidad, es una lucha tan legítima e importante, como las luchas obreras, ecologistas, feministas, etcétera y manifiesta en automático que su enemigo es precisamente quien debería velar por su bienestar y derechos.
La sexualidad, es tal vez, la última frontera para la emancipación y salud de la humanidad. Los controles sexuales, alertados finalmente a partir de la obra de Michel Foucault, son efectivos y determinan el grado de enajenación de una sociedad dada. En el caso mexicano, no solamente somos un país atrasado tecnológicamente, sino también un país atrasado sexualmente. Y también de acuerdo a las contradicciones de este país autoritario, la diversidad sexual no coincide con la diversidad étnica o territorial, por que está feamente contaminada de machismo, misoginia, violencia y apariencia.
¿Por qué es tan importante lo sexual?, ¿no “debería” ser en estas sociedades del siglo XXI urbanas, individualizantes y hedonistas, una cuestión privada, una decisión personal? Al movimiento gay le debemos precisamente poner sobre la mesa el tema sexual. En esta lucha entran en juego el respeto al cuerpo, el derecho al placer, la educación, información, salud y la no discriminación. También nos ayuda a identificar problemas de fondo, como la violencia sexual interfamiliar, la cultura de la infidelidad matrimonial, el feminicidio o la banalización del erotismo. En un país donde sus jóvenes aprenden de sexualidad a través de la televisión con personajes como Adal Ramones y Niurka, o escuchando y bailando canciones populares que elogian la traición de pareja, la vulgarización de la mujer o la paternidad irresponsable, urge un alto y un cambio.
¡La marcha de los 40 grados!
El lunes 22 de junio a las 14:30 horas se citó a una marcha un poco inusual, dada la temperatura ambiente. Se trata del movimiento de las y los obreros de la maquiladora EATON, más de treinta hombres y mujeres rifándosela contra esta poderosa empresa transnacional de capital gringo y canadiense. Al cumplirse dos semanas de su lucha, despedidos injustificadamente por querer organizar un sindicato, quisieron aprovechar la entrada y salida de maquilas para buscar apoyo entre iguales.
La marcha inició desde la avenida Gómez Morín por Antonio J. Bermúdez y rumbo al Parque Industrial Bermúdez. Se gritaron consignas y se repartieron volantes, haciendo paradas estratégicas, incluyendo una frente a las instalaciones del Canal 56 de Televisa. Acompañados por familiares y gente solidaria, unas sesenta personas en total, la “Fuerza Roja”, como se hacen llamar, desfiló por Vicente Guerrero hasta terminar en el Monumento a los Trabajadores, ¡más de dos horas después a un calor mayor de 40 grados! Desde qué inició el conflicto, las y los trabajadores afectados tienen un campamento a las afueras de la planta.
Si la lucha por las diversidades es un duro golpe a la superestructura, pues la desnuda, la lucha de la Fuerza Roja es un clásico conflicto de la estructura capitalista mundial. Mientras las y los empleados no conozcan sus derechos y tengan necesidad de un salario, siempre habrá una empresa dispuesta a explotarlos. En el caso de las y los trabajadores despedidos de EATON, se trata de personas de hasta con veinte años de servicio y no menos de dos. Hombres y mujeres venidos de Durango, Coahuila, Veracruz, DF, Chiapas, Zacatecas y Ciudad Juárez. Esto también ayuda a reconocer la honestidad de las y los trabajadores migrantes, a quienes con frecuencia se les quiere culpar de los problemas de la ciudad.
No sabemos todavía el desenlace de este conflicto, pero sí sabemos que la Fuerza Roja no está sola, grupos activistas están mostrando su apoyo y en la medida que se vaya conociendo el problema, se espera más respaldo social (moral). La lucha de las y los compañeros de EATON es importante para ayudar a otros obreros a tomar conciencia de su situación de clase y evitar, por ejemplo, tragedias e injusticias como la de la fábrica Blueberry en el 2013. Del poder de la organización obrera dependerá el futuro de los sindicatos charros (PRI) y el sistema capitalista neoliberal en general.
La guerra por el derecho al agua ha empezado
La Junta Municipal de Aguas está cortando el suministro a quienes tienen dos meses de adeudo. Esta acción es totalmente arbitraria y contraria a nuestra constitución. En otras palabras, es una clara violación a derechos humanos. Invito a las personas afectadas a presentar denuncias en las oficinas de derechos humanos del Estado y sobre todo en las independientes.
¡No se deje cortar el agua!
¡Basta de abusos del Estado!
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