Delicias, Chih.- Los aficionados que se dieron cita al Gimnasio Municipal Delicias, -que tuvo una buena asistencia- esperaban más del peleador local, pero desde un principio mostró irresponsabilidad al pasarse más de tres kilos del peso límite y “extrañamente” dos horas más tarde “dio el peso”, en una situación que podría interpretarse como que “arreglaron la báscula”.
Tanto fue la decepción del público deliciense, conocedor de box, porque el Ruso Pereyra, sin ser un peleador extraordinario, con puros golpes al estómago “vació” a Robledo, tirándolo en el tercer episodio y noqueándolo en el cuarto, en lo que -en opinión de algunos aficionados- pareció que mejor se dejó caer, porque todo esa round se la pasó vomitando.
Pero es que todo se generó en el inter, que da el descanso entre el segundo y tercer round, cuando el decepcionante Niño Nocaut estaba prácticamente vomitando, porque a leguas se notaba que no entrenó.
Contrario a lo que se piensa, no fue culpa del entrenador deliciense Raúl Delgado, quien sólo subió a asistir la esquina de Robledo, porque éste peleador había cambiado de entrenador.
Cabe destacar que el Ruso Pereyra ya había venido hace unos años a Delicias a pelear y esa vez se enfrentó al “Diamante Negro” Andrés Calixto, quien le peleó de tú a tú pero la victoria se la dieron al lagunero.
Por lo pronto, así acabaron las aspiraciones de Raúl Robledo de ser campeón, porque no se preparó, pese a que este deporte es de sacrificio; en tanto que el lagunero Iván “Ruso” Pereyra vino a hacer su trabajo y derrotó lastimeramente al decepcionante deliciense Robledo que quedó con foja de 10-1.
Esta irresponsabilidad del Niño Nocaut no se le puede atribuir a Raúl Delgado, como tampoco se le podría atribuir la irresponsabilidad del Chango Casanova, del Toluco López, del Púas Olivares o de Julio César Chávez en el ocaso de su carrera, a sus manejadores, aunque estos últimos sí eran ídolos y no un joven como Raúl Robledo que no quiso entender que el boxeo es de entrenamiento y sacrificio si es que quiere llegar a ser alguien en este deporte.
Pero para los aficionados al boxeo deliciense hubo más show que calidad pues se pactaron peleas con pugilistas del mismo establo; unos supuestamente eran de Torreón y otros de Gómez Palacio, algo así como sí pelearan los de Meoqui contra los de Delicias, pero todos entrenaran en un mismo gimnasio; tanto así que no faltó quienes se percataran que de esquina a esquina, los manejadores se “hicieran señas” para darle rumbo a los combates, dejando un mal sabor de boca en los verdaderos aficionados y generando que aún más se vaya perdiendo el gusto por asistir al box por falta de contiendas de calidad.
Otro aspecto que fue notado por los aficionados es que no sólo Humberto Manjárrez, Presidente de la Comisión de Box y Lucha de Chihuahua haya sancionado lo que muchos llamaron “tongo”, porque además un hermano de éste fue réferi y otro juez. Eso sí, bellas edecanes y jueces muy bien vestidos.
Tampoco faltó el animador que, exagerado, a cada rato mencionaba al alcalde Jaime Beltrán del Río como patrocinador y como la figura principal del evento.
Así pues, la función de no box no solo se atrasó una hora y media en su inicio, sino que además entre combate y combate hubo mucho tiempo, tanto así que estaba programada a iniciar a las 19:00; empezó a las 20:30 de ayer viernes y terminó a las 01:00 de este sábado.
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