La necesidad de la segunda vuelta electoral…por Aída María Holguín
En vísperas de las elecciones presidenciales del 2018, el expresidente de México, Felipe Calderón Hinojosa, propuso una reforma en materia electoral en la que se establezca la figura de una segunda vuelta.
Tratándose de una propuesta que sin duda alguna afectaría radicalmente la dinámica electoral mexicana, no es extraño que la idea de Calderón haya causado una serie de reacciones de diferente índole, resaltando -por obvias razones- la negativa por parte del Partido Revolucionario Institucional, quien a través Emilio Gamboa Patrón, coordinador del PRI en el Senado, y de su coordinador de en la Cámara de Diputados, César Camacho Quiroz, ha dejado clara su postura asegurando que en estos momentos México no necesita de una segunda vuelta electoral.
Dicho en otras palabras, el PRI se opone a que la ley establezca que si ningún candidato llega a obtener más de la mitad de los votos, se proceda a convocar a una segunda votación en la que solamente participen los dos candidatos con el mayor número de votos.
Cabe señalar que esta propuesta no es nueva; es decir, el Partido Acción Nacional la ha llevado en diversas ocasiones al Congreso de la Unión; sin embargo, el PRI siempre ha considerado que México no la necesita. Lo cierto es que quien no la necesita es el PRI, pero a México ¡le urge! debido a que –tal y como lo señala claramente Calderón- tenemos un “absurdo sistema de una sola ronda en el que con ocho o diez partidos gane alguien solo con el 24% de los votos.”
Pongamos un ejemplo: en las pasadas elecciones a gobernador en el estado de Chihuahua -en términos reales y números cerrados- solo el 20% del total de los chihuahuenses eligieron a César Duarte como Gobernador; es decir, el 80% votó en sentido contrario, anuló su voto o se abstuvo; sin embargo, resultó el “ganador” de una contienda en la que aproximadamente solo participó el 38% del padrón y el resto optaron por no hacerlo. Ahora revise usted -estimado lector- los resultados de cualquiera de las elecciones federales y/o locales próximas anteriores, y podrá confirmar que ha sucedido prácticamente lo mismo.
Si bien la segunda vuelta electoral sólo aplicaría para las elecciones presidenciales, su aprobación y entrada en vigor eventualmente fomentaría la participación ciudadana gracias a una verdadera efectividad del sufragio. El caso es que con los antecedentes de los resultados electorales y la situación actual de la democracia y la gobernabilidad en México, lo dicho por Emilio Gamboa y César Camacho no tiene sustento; se trata pues de una declaración sin fundamento real que sólo intenta justificar el bloqueo a dicha iniciativa; lo cual -indudablemente- vulnerará el ya tambaleante tránsito hacia el fortalecimiento de la incipiente democracia que se vive en México.
Queda claro pues que en México no sólo se necesita, sino que urge la figura y la práctica de la segunda vuelta porque -además de darle una mayor legitimidad al presidente electo- de esa manera se aseguraría la verdadera democracia y -por lo tanto, la gobernabilidad; pero -por obvias razones- el PRI (beneficiario de un sistema político electoral en el que una minoría puede elegir a los gobernantes) con la ayuda del PVEM y el PRD, seguirá insistiendo en que no es necesaria ni importante.
En esta ocasión concluyo con lo dicho alguna vez por el político italiano, Gianni Vernetti: “La democracia no es solo convocar elecciones: es Estado de derecho, sistema de reglas, poderes separados, prensa autónoma y magistratura independiente.”
Aída María Holguín Baeza
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