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Poderes acumulados…por Aída María Holguín

A principios de este mes se oficializó un rumor que se había difundido a través de los medios de comunicación: el entonces magistrado presidente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) del Estado de Chihuahua, José Miguel Salcido Romero, dejaría dicho cargo para asumir la titularidad de la Secreta de Educación, Cultura y Deporte; esto, a raíz de la “invitación” del gobernador César Horacio Duarte Jáquez.
Ante tal oficialización, otra vez las redes sociales han sido el medio a través del cual un sinnúmero de ciudadanos se han manifestado al respecto.   Si bien es cierto que -por obvias razones- hay quienes aplauden no sólo la invitación hecha por el Gobernador, sino también la aceptación correspondiente por parte de Salcido; también es cierto que la mayoría de los manifestantes expresan su total desacuerdo ante tal hecho.
De manera particular, hago referencia a lo expresado por un joven lector de este espacio de opinión, quién me preguntó: “¿Cuándo se había visto que el Gobernador mandara al presidente del TSJ y lo llevara de su gato a Educación ¿Cuándo se unificaron lo poderes del estado y se supeditaron al mandato del gobernador?”
Confieso que antes de recibir dicho mensaje no tenía intención de externar públicamente mi opinión al respecto.  No porque no tuviera una opinión sobre el tema, sino porque hay momentos en que la desfachatez de César Duarte y compañía me deja sin palabras.
El caso es que al leer los cuestionamientos del joven chihuahuense, procedí a responder concretamente: “Pues la unificación de los poderes se dio desde que Duarte asumió la gubernatura, pero con esto, el cinismo ya llegó a su máxima expresión.   La verdad es que Duarte y sus achichincles ya sobrepasaron todos los límites.”
Fue justo en el momento de enviar la respuesta, que decidí expresar públicamente mi opinión sobre este hecho que, sin lugar a dudas, define al sexenio de César Duarte como un gobierno en el que el ejecutivo se ha asumido como poder único y absoluto que, desde Palacio de Gobierno, sigue evidenciando el verdadero significado de la advertencia que hizo en su discurso de toma protesta como Gobernador: “el poder es para poder”.  Lo que no aclaró es que era para poder monopolizar los poderes a fin de obtener un beneficio meramente personal y/o grupal.
Y es que no es la primera vez que Duarte -ahora con la ayuda de Salcido- exhibe que en Chihuahua hay nulo respeto a la división de poderes.   Eso se corrobora con lo que ha venido sucediendo -una y otra vez- en el poder legislativo; sin embargo, en esta ocasión poder judicial ha dejado muy claro que en Chihuahua los poderes están sometidos la voluntad del ejecutivo; o sea, a la voluntad de César Horacio Duarte Jáquez.
Como ya se dijo líneas arriba, no son pocas las críticas negativas referentes al tema que hoy nos ocupa.  En ese sentido, resulta necesario señalar que no sólo los ciudadanos “de a pie” están manifestando al respecto; también hay quien -con pleno conocimiento de la normatividad aplicable- hizo lo propio (por la vía legal).  Tal es el caso de Guillermo Gómez Cortés, juez de Garantía en Guadalupe y Calvo, quien presentó una denuncia en contra del ahora secretario de Educación, Cultura y Deporte, José Miguel Salcido, por haber violado una serie de normas al haber aceptado el cargo cuando aún fungía como titular con licencia del TSJ.
Infortunadamente (considerando el historial de impunidad y nula división de poderes en Chihuahua) la acción legal de Cortés -en contra de Salcido- seguramente quedará como muchos otros casos: en la impartición de justicia estilo “VIP” en la que los ciudadanos de “a pie” son tratados con todo el rigor de la ley, y los bandidos de cuello blanco no son tocados ni con el pétalo de una flor.
En esta ocasión concluyo con lo dicho alguna vez por el abogado, político y cuarto presidente de los Estados Unidos, James Madison: “La acumulación de todos los poderes -legislativo, ejecutivo y judicial- en las mismas manos, sean de una persona, de una pocas o de muchas, y sea de modo hereditario, autoproclamado o electivo, puede presentarse con toda justicia como la propia definición de la tiranía.”
Aída María Holguín Baeza
Correo electrónico: laecita@gmail.com

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