Pasaron los minutos de análisis, esos que permiten conocer superficialmente las cualidades o debilidades de un rival desconocido y entonces América tomó la responsabilidad que provocaba el tener mejor nivel.
Un cabezazo de Oribe que se fue apenas por encima de la portería y un disparo a quemarropa de Michael Arroyo fueron las aproximaciones hasta que llegó un buen centro de Paul Aguilar por derecha para que apareciera el “Pipa” Benedetto que abrió el marcador en la cabeza e instantes después debió salir por una lesión.
Martín Zúñiga ocupó su lugar y marcó el segundo tanto tras un centro de Osvaldo Martínez, quien después estuvo cerca del tercero con una “vaselina” que le sacaron en la línea.
Entonces vino el ya característico bajón de las Águilas. El Mazembe se hizo con la pelota y comenzó a llegar. Primero un disparo de fuera del área que se estrelló en el travesaño y después Moisés Muñoz con gran atajada en un tiro libre, pero el embate fue demasiado y hasta una chilena de Adjei se convirtió en aviso.
Como en el primer partido ante los chinos, América perdió la pelota y el Mazembe llegó hasta linderos del área donde sacaron un disparo que Muñoz rechazó al centro para la llegada de Kalaba y con ello el 2-1 que volvía a poner el nerviosismo en el partido.
Los africanos comenzaron de gran forma el segundo tiempo y estuvieron muy cerca de empatar.
Muñoz volvió a realizar una buena atajada que envió a tiro de esquina y entonces vino un cabezazo del Mazembe que pasó rozando el poste izquierdo de las Águilas para detener por un momento el corazón de Ambriz, quien echó mano de Sambueza y Goltz para controlar el partido y ponerle más frío del que ya reflejaban los seis grados sobre Osaka.
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