Ciudad de México.- Los destrozos que el cuerno del toro causó en el cuerpo del subalterno Mauricio Martínez Kingston le tienen en estado crítico, aunque estable.
“Su estado es crítico, estable, pero su vida sigue corriendo peligro”, aseguró, tajante, el doctor Rafael Vázquez Bayod, jefe médico en la Plaza México, tras la operación a la que fue sometido el torero durante poco más de tres horas en un hospital de la ciudad.
“Son múltiples los destrozos que sufrió de la gravísima cornada. El cuerno rompió de la tercera a la novena costilla del lado izquierdo; le destruyó de manera muy severa el pulmón izquierdo, que ameritó una reparación del lóbulo medio y superior. El lóbulo inferior lo tuvimos que quitar prácticamente.
“Hubo lesión de las arterias intercostales, de la arteria mamaria que es una de las más importantes en el tórax. Desgarró el pericardio dejando al descubierto el corazón , afortunadamente sin que haya lesión en el músculo cardiaco”, explicó el médico cerca de las 3:40 de la madrugada.
Mauricio Martínez sufrió anoche una de las cornadas más serias que se han suscitado en la Monumental Capitalina, cuando el quinto toro del festejo, de la ganadería de San Marcos, lo sacó de un burladero para hacerlo volar varios metros.
El subalterno cayó de cabeza y, ya estando en el suelo, el animal lo volvió a embestir ocasionándole en ese momento la gravísima cornada al cargarlo con el pitón derecho que penetró debajo de la axila y volviéndolo a lanzar por los aires.
“La atención pre operatoria, el rápido traslado a la enfermería por sus propios compañeros y los monosabios que ya están instruidos para ello, y luego la estabilización en la enfermería fueron fundamentales para mantener con vida a Mauricio.
“Hubo momentos en que la vida de Mauricio estuvo en serio riesgo por la cantidad de sangre que perdió (aproximadamente 4 litros) y los destrozos que había en su cuerpo”, reconoció el doctor.
Martínez Kingston se encuentra en la sala de terapia intensiva, estable, pero muy grave.
Será reoperado mañana sábado.
“Dejamos empaquetado el tórax para detener la hemorragia y posteriormente se hará un cierre definitivo, una vez que hayamos controlado todo el sangrado interno”, aseguró.
El banderillero que formó parte de las cuadrillas anoche en el tercer Jueves Taurino en la Plaza México, también tiene una herida en el párpado izquierdo, aunque ésta, ante la gravedad de las otras, pasó a segundo término porque afortunadamente no lesionó el ojo.
En casi dos décadas al frente del servicio médico, Rafael Vázquez Bayod reconoció que esta ha sido la cornada más grave que ha atendido.
“Sí, ha habido muy serias, pero ésta por el tamaño de destrucción ha sido la más. Tendremos que dejar pasar las 72 horas de rigor para poder descartar el peligro de muerte”, apuntó Bayod quien estuvo acompañado por los doctores Gabriel López Peña, Daniel Zimbrón y Sofía Peña, así como su equipo de paramédicos.
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