Fernando Baeza Meléndez, ejemplo de superación
Tomado del libro Semblanzas y Viñetas de la profesora Elba Hinojosa
–Fernando Baeza Meléndez–
Hablar de la personalidad de Fernando Baeza Meléndez no es facial, presenta serias dificultades, es todo un reto por que es una personalidad cristalina y compleja, no hay en ella turbiedades de quien alberga sentimientos perversos ni emociones bajunas, todo en el, es ideal en perfección humanística, idealismo puro desbordado se conmueve profundamente porque comparte cabalmente el dolor de la indigencia.
Aprendió a ser y luego a deber ser.
Aprendió que la desigualdad es inherente al ser humano, pero nunca aprendió que esa realidad lacerante esta presente en todas las sociedades , que siempre habrá niveles y que en el seno de convivir coexisten la miseria y la abundancia y esta realidad le hace debatirse en una lucha constante en la que pugna por armonizar, en lo posible, los contrastes sociales aun no encuentra la formula que atenué los grandes abismos de una sociedad compleja e injusta, a veces vislumbra una posibilidad o algún rayo de esperanza que alienta su idealismo pero finalmente una barrera natural se presenta ante el, esto lo agobia, no se trata de de simple conmiseración o compasión, es algo más, es un estado existencial, de angustia, de búsqueda de justicia, que el ( ni nadie) ha podido resolver, que normalmente solo podemos asumir y aprender a vivir dentro de una sociedad que se resiste al cambio, que nos da como un hecho, no como un problema; el no puede verla así porque los especiales perfiles de su personalidad le impulsan afanosamente a buscar respuestas y soluciones se formo en el seno de una familia de agricultores, supo de la desesperación de arrancar su magra cosecha y también probó las mieles deber llenas las trojes de la prodigiosa y abundante producción , alguna vez vio la alegría de una buena cosecha y otras de todo el trabajo de un año perdido, su familia y preferentemente su padre, pionero de la agricultura en Delicias, tenia el temple pata resistir y la voluntad de insistir , así lo mismo encumbra, que aniquila. Tal vez sus padres forjados por una naturaleza inhóspita e impredecible tenían la rudeza de la vida del campo. Prefirió la vida urbana, menos arbitraria, mas estable y entonces su vida se torno mas serena y creyó que podía vivir en un mundo tranquilo sin perfiles desgarrantes pero, de nuevo idealista y siempre con la proa dirigida hacia lo alto, incursionó en la vida política desde abajo y desde entonces supo que solo los mediocres pueden vivir en la tranquila paz de la provincia, que la vida es lucha incesante; sin embargo, su constitución psico espiritual le permitió sobresalir en ese campo o en ese mundo inconsciente y resbaladizo para el fue exitoso y transito con facilidad , escalando posiciones y desarrollando su extraordinaria capacidad de liderazgo . su gran posibilidad para encabezar grupos fuertes con asombrosa capacidad que le daban un excelente campo para levar a cabo los ideales d perfección que había heredado o adquirido de aquella generación soñadora que supo soñar y hace realidad la vislumbrante materia de sus pensamientos concretando una realidad que le toco verla surgir frente a sus ojos.
Adulto ya, vivió la soledad del páramo, como alguien llamaría cogollo de la soledad, y el reborujo del polvo; sin embargo, el tras ella vio siempre una ciudad acogedora, pujante y limpia, tal vez porque Delicias significó la lucha de un hombre contra la naturaleza, la amó tanto, tal vez porque vivió sus épocas desafortunadas y sus periodos de abundancia, la siente suya.
Fernando Baeza ha encontrado la forma de conciliar los opuestos poniendo en ello tenacidad voluntad y ensueño; y ha podido y transformarla a punta de trabajo y de nostalgia en una nueva realidad, siempre con una constante, la ama mas allá de lo humano, pero el amor es así, sin limitaciones es un impulso del espíritu y no un acto de la razón este amor especial e irrepetible lo atrae como una flama a una palomita y su afán desmesurado le puede quemar, pero a el no le importa, toda sui vida ha girado alrededor de un proyecto de vida en beneficio de s pueblo, de un pueblo que nadie ha amado tanto como el, aun cuando este amor no le haya correspondido como se merece, pero el nunca ha esperado respuesta, no recompensa, ni reprocidad, dentro y fuera del poder publico ha mantenido ese afecto convertido e ideal que en el es un gesto del espíritu, pero la recurrencia de un gesto se ha convertido en actitud permanente y así de su ideal han surgido calles, plazuelas, avenidas, instalaciones de carácter cultural, todo a base de talento y genio, dignificando el suelo que lo vio nacer; para ello junto con algunos que alguna vez compartieron su ideal y su trabajo , esto ha sido un tributo admirable, aun así, no pueden entenderle el majestuoso recinto del teatro, estuvo primero en sus ensueños y luego a base de talento y voluntad, de actitud creadora y de toma de conciencia se convirtieron en concreciones.
Suele suceder que hablamos del ser humano como ente social acabado, olvidándonos que es un ente compuesto de talento y emoción.
Baeza equilibra su integración prevaleciendo en el, la emoción porque el, no solo convence sino conmueve,
Algunos que compartimos con el esta pasión por el pequeño destino geográfico como es Delicias, comprendemos as afecto. Compartimos su emoción y ponemos nuestra voluntad al servicio de una sola misión; El engrandecimiento y la dignificación de un pedazo de tierra que queremos convertir en el ámbito armónico y cómodo para desarrollar ahí nuestras especiales potencialidades, por esto algunos como yo pese a mis limitaciones y carencias y muchos que han sido y siguen siendo, consideramos este acto como propio, intenso y a la vez personal y comunitario.
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