¡Ahora es cuando!..por Aída María Holguín
Dice una vieja y conocida frase que “todo lo que comienza tiene que terminar”, y el caso de los procesos electorales no es la excepción. Es así como una vez más ha terminado el tiempo de los candidatos, y comienza el tiempo de los ciudadanos.
Ha llegado el tiempo en el que los ciudadanos deben entrar en una etapa de necesaria desintoxicación mental que les permita eliminar de sus cerebros las toxinas electorales producidas por la guerra sucia y manipulación informativa, cuya función -evidentemente- era la de inhibir la participación ciudadana en las urnas.
Si bien cierto que la etapa de desintoxicación no es suficiente para filtrar todos los elementos tóxicos a los que los que los ciudadanos estuvieron expuestos durante los últimos dos meses, también es cierto que no es imposible si se analiza sólo la información que sí es útil y tomando conciencia de que -por el momento- el voto responsable es la única herramienta efectiva con la que se puede castigar o premiar el desempeño de los gobernantes.
Emitir el voto de manera responsable; es decir, con pleno conocimiento de que esa decisión individual influirá en el futuro de la colectividad, implica que en momentos de severa crisis causada por el abuso del poder, la creciente corrupción y por los altos índices de impunidad (como la que desde hace 6 años se vive en Chihuahua), los ciudadanos razonen seriamente sobre la importancia del voto útil porque es ahí donde realmente radica el futuro de Chihuahua.
Y es que sería imperdonable que César Horacio Duarte Jáquez se perpetuara en el gobierno sólo porque los chihuahuenses no aprovecharon la oportunidad de unirse para sacarlo de una vez por todas del Palacio de Gobierno y, con ello, estar en verdaderas posibilidades de que rinda cuentas ante la justicia por los evidentes abusos que cometió durante su mandato, un mandato que le confirieron unos cuantos y que no debe volver a suceder.
Es entonces cuando la pregunta ¿Cuándo se va a ir César Horacio Duarte? -que en tono de desesperación se escucha desde hace varios años en todos los sectores de la sociedad chihuahuense- tiene una clara respuesta: ¡Ahora es cuando! Y no se puede desaprovechar el momento porque quizá no haya otro tan oportuno -como este- para empezar a erradicar la corrupción e impunidad que, sin duda alguna, han sido componentes inherentes a la cultura política duartista.
Ha llegado pues el momento de asumir en serio el papel de ciudadanos, y salir de la zona de confort en la que -con el pretexto del desencanto y la decepción hacia la clase política- se ha permanecido durante mucho tiempo, y que es la causante de que los gobernantes abusen del poder que -en términos reales- fue otorgado por la minoría.
¡Ya es tiempo, es ahora o nunca! Ahora es cuando deben ser los muchos -y no los pocos- los que otorguen -a través del voto útil- el poder para que los funcionarios en verdad sirvan a la ciudadanía y no a sí mismos; sólo con la participación ciudadana organizada y unida se ganará derecho de exigir que las cosas se hagan bien y para beneficio de todos, y no de unos cuantos.
Pero para que las cosas se hagan bien y en beneficio de todos, es importante considerar también que la conformación del Poder Legislativo es fundamental; es decir, no basta tener un Gobernador que sí quiera gobernar con todos y para todos, sino que se requiere de legisladores que respeten y hagan respetar la separación de poderes, teniendo como prioridad la búsqueda del bien común al dejar a un lado los intereses particulares, grupales y/o partidistas. De ahí la importancia de analizar a fondo cómo es que se quiere que quede conformado el Congreso local, y luego votar en congruencia.
En esta ocasión concluyo parafraseando lo dicho alguna vez por el escritor y conferencista alemán, Eckhart Tolle: En este momento, el ahora es la única cosa de la que no podemos escapar. Y ya que no es posible escapar del ahora ¿Por qué no darle la bienvenida?
Aída María Holguín Baeza
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