Tamaulipas.- Entre lágrimas y con una voz desgarrada, María Guadalupe Gonzales Gonzales se negaba a creer que su hijo de 25 años hubiera fallecido y se encontrara tirado sobre al pavimento, cubierto con una sábana blanca, junto a su motocicleta que le provocó el accidente.
La mujer que tanto le pidió que no la adquiriera, le preguntaba desconsolada: “Por qué no me hiciste caso cuando te dije que no compraras esa moto”. “No me hiciste caso y ve lo que sucedió.
Te lo dije muchas veces. La moto. Nooooo….”, fueron las palabras que los testigos escucharon. Junto a ella, el padrastro de Felipe de Jesús Malacara González, tampoco daba crédito a lo que veía.
Él vio cómo su hijastro de convirtió en un hombre y un padre responsable. Y ahora pasaba esto. “Ya le habíamos dicho que vendiera esa moto, pues sabíamos lo peligroso que es conducir estos vehículos en Reynosa”, dijo el padrastro, quien también estaba muy triste.
Felipe de Jesús era trailero y salió la tarde del viernes de su trabajo sin llegar a casa, para ir a un festejo. Perdió la vida al estamparse contra un automóvil Gran Maquis negro.
Isaí Castillo Ibarra, conductor de este auto, aseguro que no escuchó el rugir de la moto y solo sintió golpe en la parte trasera, por lo que se detuvo.
Aunque pudo haber escapado, no lo hizo. Sabía que no era su culpa y espero a que llegaran los peritos y los paramédicos a hacerse cargo del percance. Como no traía casco, los golpes que recibió en la cabeza el motociclista le costaron la vida.
En su peritaje, se menciona al motociclista como responsable. Tras una entrevista, la Policía Investigadora dejó en libertad al conductor de automóvil.
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