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Dr. Normando Bustamante Molina, un médico ejemplar

–Dr. Normando Bustamante Molina–

Concepto es un juicio de valor, en el cual mediante la palabra hablada o escrita, se emite una opinión sobre una situación, un hecho o un hombre, para que los conceptos sean válidos deben estar fundados en la verdad y ser emitidos por alguna voz autorizada por él, considero un señalado privilegio el hecho de que una institución tan importante como el Instituto Mexicano del Seguro Social me haya conferido este honor, y en una fecha tan especial, para delinear en unas cuantas palabras el perfil de un médico ejemplar y de un hombre excepcional, el doctor Normando Bustamante Molina.

Es muy alentador reconocer una vez más que nuestra comunidad fue muy afortunada al tener un profesionista talentoso en una institución que realiza labores de tan alto contenido humano, y al hablar del talento quiero dejar asentado que esta es una virtud adquirida, es una perfección alcanzada por pocos y es una originalidad que se logra con esfuerzo, con una verdadera pasión por la propia superación personal, el talento implica en alguna forma o medida, ciertas de actitudes y disposiciones que el estudio y la dedicación hacen culminar, pero no basta tener talento para realizar la obra que nuestro amigo ha realizado, es necesario contra con otros atributos que normen las acciones.
Un hombre de talento puede tener un gesto noble o brillar con brillo propio en el desempeño de su actividad, pero un gesto es solo un heroísmo pasajero, es necesario convertir el gesto en actitud firme y permanente, para dejar la huella imborrable al paso del tiempo.
Normando ha tenido gestos nobles e ideales limpios, pero a la vez ha convertido los gestos en actitudes permanentes y los ideales en convicciones inalterables.
Así el talento, la nobleza, la convicción y la formaci´pon profesional, se han conjuntado para modelar una personbalidad integra, equilibrada que ha puesto lo mejor de si mismo en el desempeño de su misión médica y humana, no es fácil entregar toda una vida a un ideal y sobre todo a un ideal que impone tantos sacrificios, es necesario contra con una personalidad, con una personalidad muy equilibrada y con una firmeza de carácter a toda prueba, para iniciar su carrera profesional con tan graves limitantes y lejos de sentir el desanimo, la sensación de frustración que muchas veces opaca los espíritus más brillantes, decidir y quedarse aquí con la mirada fija y obstinada en busca de mejores tiempos y al decir en busca no me refiero a esa pasiva y conformista espera, sin luchar no, me refiero a una búsqueda activa, promovente, anhelante para rebasar las carencias y las limitaciones no personales , sino sociales obteniendo el objetivo de tener aquí un centro de atención médica de tanto prestigio.
Su lucha pudo considerarse terminada, lograr, convertir, la institución en una de las más prestigiada nos bastó, hubo que consolidar y sentar sobre bases firmes el ritmo y el rumbo de su crecimiento, Es todo ello se han ido los años y la juventud y afiebrada presencia del pasante que conocí ya muchos años persiste en su madurez creativa y en su optimismo inalterable.
Lo más asombroso es que un hombre o un médico tan dedicado a su propósito, ha logrado preservar el equilibrio que todo ser humano normal requiere, magnifico y cordial compañero de club…excelente esposo y padre; ciudadano con frecuencia interesado en los problemas normales de una comunidad, amigo, hermano, en fin toda la gama de las innumerables facetas del ser normal.
Los juicios de valor, suelen ser subjetivos por que se fundan en experiencias, sensaciones y recuerdos, pero adquieren valor como aseveraciones incontrovertibles cuando son compartidas por toda una comunidad que trasciende en el ámbito de la profesión médica e incursiona en lo social, humano, público y entonces las palabras que se inician como el punto de vista de una persona terminan como las categorías de juicios de valor generales.
El elogio sincero, desinteresado, no demerita a quien lo otorga ni ofende a quien lo recibe, porque el elogiar es legitimo, cuando es merecido y porque se funda en la estimación, el reconocimiento el compañerismo, la simpatía, el amor, y e reconocimiento de una comunidad en la que desarrolló su vida al servicio de la gente tanto en el ejercicio profesional como en las diversas tareas sociales de servicio.

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